WASHINGTON — El presidente Barack Obama firmó el viernes un proyecto de ley que reduce el interés de los préstamos estudiantiles y prometió que el acuerdo sería sólo el primer paso en una iniciativa más amplia y concertada para controlar el costo de la educación universitaria.
Rodeado por legisladores de ambos partidos en la Oficina Oval, Obama alabó a demócratas y republicanos por finalmente ponerse de acuerdo sobre un enfoque razonable sobre los préstamos estudiantiles, aunque advirtió que “todavía nos queda por hacer”.
“Uno se siente bien firmando leyes. Llevo tiempo sin hacerlo”, dijo Obama, refiriéndose a las dificultades que ha enfrentado en lograr que el Congreso, en particular en la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, apruebe sus prioridades legislativas como el control de las armas de fuego y asuntos de presupuesto.
Pero la sensación de avance en la Casa Blanca estuvo acompañada de recordatorios de los enfrentamientos partidistas que dificultarán significativamente cualquier acuerdo. El representante John Boehner, republicano por Ohio y presidente de la Cámara, dijo que la ley era parte del “plan republicano de creación de empleos” mientras que la líder demócrata Nancy Pelosi, de California, dijo que “es un enorme contraste con el plan de los republicanos en la Cámara de hacer que las familias carguen con el peso de miles de millones de dólares más en deuda estudiantil”.
El poco común acuerdo resultó luego de un verano lleno de negociaciones en que los legisladores no lograban ponerse de acuerdo sobre cómo fijar la tasa de interés de los préstamos a estudiantes en el futuro, aunque concordaron en que un aumento para doblar la tasa, que entró en vigor el 1 de julio cuando el Congreso no tomó una decisión antes de la fecha tope, es una política equivocada y mala noticia para los alumnos.
La ley vincula la tasa de interés de los préstamos estudiantiles a los mercados financieros y ofrece tasas menores este otoño porque el gobierno puede tomar dinero en préstamo a menor costo en este momento. Si la economía mejora en los próximos años, como se espera, al gobierno le costará más tomar dinero prestado, costos que pasará a los estudiantes.
Se espera que unos 11 millones de estudiantes tengan este año una tasa de interés menor, lo que le ahorraría al estudiante promedio de una licenciatura 1.500 dólares por concepto de intereses este año.
Boehner lo calificó de “un buen día” y un buen ejemplo de lo que Washington puede lograr cuando se deja la politiquería a un lado.
“De un plumazo hemos apartado oficialmente la política de los préstamos estudiantiles”, dijo.
Obama presentó el acuerdo como la primera de muchas medidas que el país necesita para hacer asequible la educación universitaria en momentos que una economía de alta tecnología hace de la buena educación una necesidad para muchos empleados.
“El costo de la educación universitaria sigue siendo extraordinariamente elevado. Queda fuera del alcance de muchos”, dijo Obama, calificándolo de un gran peso para las familias que tienen que equilibrar otras prioridades, como comprar una casa. “Tenemos que hacer algo al respecto”.
Con ese fin, Obama dijo que incluiría a la misma coalición de fuerzas políticas para tomar más medidas.
Los estudiantes de licenciatura de este otoño tomarán préstamos a una tasa de 3,9%. Los estudiantes de posgrado tendrían acceso a una tasa de 5,4% y los padres al 6,4%. Estas tasas estarían vigentes ese año, pero pudieran aumentar.
La ley cubre unos 18 millones de préstamos, por un total de 106.000 millones de dólares este otoño. La Oficina de Presupuesto del Congreso calcula que la ley reduciría el déficit en 715 millones durante el próximo decenio.