El rapero estadounidense Kanye West es un filón para la prensa. Aparte de tener una incansable agenda pública –es lo que tiene haber emparentado con el clan más famoso de Estados Unidos–, su actividad profesional se ha convertido en una fuente inagotable de titulares. En diciembre sorprendió con una colaboración musical de lujo: una balada escrita a cuatro manos junto a Paul McCartney. Y hace unos días, Rihanna confirmaba que se unía al dúo con la canción FourFiveSeconds, en la que el exbeattle pone la música y West completa los versos. Pero más allá de las novedades que atañen a su vida profesional, lo que más valoran los medios de comunicación de Kanye West son sus declaraciones. Cada vez que habla, sube el pan.
Después de compararse con el mismísimo Jesucristo o arrogarse la invención de losleggings de piel, el cantante acaba de explicar las razones que le llevaron a tomar una de las decisiones más trascendentales de su vida: no sonreír. Según ha declarado a un reportero de la revista digital de tendencias High Snobiety, su decisión, tomada hace mucho tiempo, se basa en la creencia de que esbozar una sonrisa no es algo que merezca la pena. «Cuando trabajaba en [el álbum de] Yezzus, tuve la oportunidad de hojear un libro del siglo XIX en el que había imágenes de personas muy bien vestidas y que no sonreían. Es como cuando ves los lienzos que cuelgan en las paredes de los castillos, la gente que aparece en ellos nunca sonríe porque no es cool«, dijo.
Su decisión de no sonreír ante las cámaras ha creado escuela. Incluso existen cuentas en Tumblr sobre «el triste Kanye». Su mujer Kim Kardashian, junto a Victoria Beckham –que fue la precursora– o la pequeña de los Jenner, pertenecen al mismo subgrupo. Quien conozca el perfil de West sabrá que esta perla no es nada comparada con otras que ha soltado en el pasado. Muchos recuerdan con nostalgia su etapa en los talleres de París, donde pasó un tiempo para desarrollar su pasión por la moda. De esos días quedan declaraciones legendarias: «Cuando veo a Hedi Slimane es como, vale, así es como conquisto el mundo. Sí, tiene unos bonitos vaqueros de 5.000 dólares, algo por aquí y por allá, y unas cuantas mierdas más. Pero nosotros hacemos cultura, el rap es el nuevo rock and roll. Somos las nuevas estrellas del rock, y yo soy la más importante de todas».
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