El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez abogó ayer por un ordenamiento jurídico “justo” que regule el sistema de partidos y que la política partidista deje de ser “una empresa lucrativa”.Al oficiar el tedéum en la Catedral Primada de América en ocasión del 169 aniversario de la Independencia Nacional, el prelado consideró que se requiere de los ideales de Juan Pablo Duarte para actuar con la suficiente voluntad política y lograr que “la política se convierta en lo que verdaderamente debe ser, un servicio a la nación en procura del bien común”.
Pide gobernar con justicia
En el acto religioso, que fue encabezado por el presidente Danilo Medina junto a la primera dama Cándida Montilla, la vicepresidenta Margarita Cedeño y otros funcionarios del Gobierno, López Rodríguez exhortó a sentir orgullo de ser dominicanos y a los funcionarios a que gobiernen con justicia.
Dijo que “hoy más que nunca se requiere de hombres y mujeres probos, con virtudes, moral y capacidad de sacrificio para sacar adelante la nación, para contrarrestar la vida fácil fruto del dinero mal habido y enfrentar el narcotráfico, el hedonismo y los vicios de la sociedad”.
López Rodríguez reiteró los conceptos del mensaje de la Conferencia del Episcopado Dominicano “Renovemos nuestros ideales”, emitido en ocasión del 27 de Febrero y el Bicentenario de Duarte, en el que motivan a recordar e imitar el sacrificio y las virtudes del patricio.
El Papa felicita a los dominicanos
Tras la homilía, el nuncio apostólico de Su Santidad, Josef Wesolowski, leyó un mensaje enviado por el Papa Benedicto XVI al pueblo dominicano con motivo del aniversario de la Independencia.
“Me complace felicitar cordialmente a vuestra excelencia, a la vez que por intercesión de Nuestra Señora de la Altagracia suplico a Dios que sostenga a todos los amados hijos e hijas de este noble país, en su esfuerzo por avanzar por las sendas de concordia, justicia y solidaridad,” expresa el Papa en una carta remitida al presidente Medina.
A la ceremonia, que duró una hora, asistieron ministros, miembros del cuerpo diplomático y consular acreditados en el país, así como altos funcionarios civiles y militares. A la llegada y a la salida de la Catedral, Medina recibió los honores militares de rigor.
