«El narcotráfico va a tumbar los gobiernos»

Además de su incansable lucha por la paz, la ex senadora colombiana Piedad Córdoba Ruiz tiene profundas preocupaciones por la exclusión social, la igualdad de género y el auge del narcotráfico.

Además de su incansable lucha por la paz, la ex senadora colombiana Piedad Córdoba Ruiz tiene profundas preocupaciones por la exclusión social, la igualdad de género y el auge del narcotráfico.

En la entrevista que concedió a El Caribe, expuso sus puntos de vistas sobre estos temas. La ex senadora de Colombia valora el movimiento de los indignados, porque, desde su punto de vista, tiene “que ver con la calidad de vida, la pobreza y la falta de visión política”.

¿Qué piensa del problema del narcotráfico?
Ese es un problema que crea mucha inestabilidad en el mundo e ingobernabilidad, fíjese que el presupuesto que maneja es más grande que el presupuesto de un país. Lo que está pasando en México es un espejo que dice que hay que abrir un debate sobre el tema del narcotráfico porque eso va a tumbar los gobiernos y les va a impedir tener sociedades estables. En Colombia hay lugares donde la Policía no puede entrar y eso lo sabe todo el mundo y eso lo mueve el narcotráfico. Los bancos se nutren del microtráfico. A mí nadie me convence de que el narcotráfico entra invisible a los países, cae en el bolsillo de la gente y nadie se dio cuenta por dónde entró, y si a pesar de tantas leyes entra es porque los señores que cuidan las aduanas se sirven del narcotráfico y porque los bancos se nutren del dinero que genera. Más bobo es el que quiera creer que eso es mentira y más bobo aún el que no quiera creer que también es un arma de lucha política mantener a los países sin poder legalizar la droga.

¿Cree que la droga debe ser legalizada?
Estoy a favor, pero no puede ser un solo país porque no gana nada, tiene que ser un concierto global y tiene que haber toda una gimnasia política para que eso se pueda dar y para evitar que los países sucumban alrededor de la amenaza. Hay que unirse a favor de la tranquilidad de los propios países, pero para eso hay que abrir un debate con quienes gobiernan Estados Unidos, los banqueros suizos y todos los que tienen paraísos financieros, porque de lo contrario estamos favoreciendo el bienestar financiero de unos cuantos frente a cantidades y cantidades de seres humanos que caen producto del narcotráfico.

¿Qué le parece el movimiento de los indignados?
Me parece muy interesante y eso me retrotrae a la época del 1968 cuando hubo tantas movilizaciones a nivel mundial para exigir derechos civiles y en este momento lo que hay es una gran movilización en contra de lo que es el neoliberalismo y del sistema financiero en el mundo. En definitiva, estos son movimientos que tienen que ver con la calidad de vida, la pobreza, la falta de visión política y por eso no es difícil conectarse sobre todo cuando se observa lo de Wall Street marchando y movilizándose como lo están haciendo. Es una postura contra un modelo que ha generado mucha miseria y mucha violencia en el mundo. Eso también se siente en Colombia, que está viviendo un proceso interno muy desestabilizador, con manifestaciones nunca antes vistas.

Carlos Slim, el hombre más rico del mundo, dijo recientemente que al parecer el sistema estaba llegando a su fin, a propósito del movimiento de los indignados, ¿qué piensa usted de esas declaraciones?
Creo que se ha dado cuenta muy tarde de eso el señor Slim, porque hace muy poco su preocupación más importante era ser el hombre más rico del mundo. Pero resulta que las sociedades no son estáticas y el sistema financiero lo que hizo fue reemplazar la política. ¿Qué vamos hacer frente a los gobiernos del mundo absolutamente indolentes y cerrados a escucharnos y escuchar los clamores de la otra sociedad? Esta es una insurrección que da cuenta de que hay otros sectores de la sociedad que estamos absolutamente descontentos con el sistema financiero. ¿En cuántos países han tenido los gobiernos que hacer reformas para salvar los bancos, pero los bancos no salvan a la gente? Si no pagas la casa te la quitan, sin problema, y aunque usted se arrodille se la quitan. Entonces, esos monstruos que el mismo sistema creó no sé cómo los va a pagar. El sistema alimenta los odios de la gente que vive en charcos, que no tiene qué comer.

¿Cómo ve el progreso de la mujer en América Latina?
Indiscutiblemente, son muchas las situaciones y circunstancias que han permitido que las mujeres avancen y de eso hay ejemplos muy claros, pero esos mismos ejemplos también dan cuenta de que falta mucho por hacer. Hay muchas leyes, pero las limitaciones culturales siguen casi inamovibles y a pesar de que estamos en muchos espacios permanecen las culturas que siguen proyectando que la mujer es de la casa o no sirve para la política.

Es importante que países tan grandes como Brasil o economías tan grandes como la de Argentina, pero extremadamente machistas, tengan mujeres presidentas y es una muestra de que en toda la región hay una incursión importante de la mujer, pero no la justa. A pesar de las conferencias, de las reuniones, las resoluciones que establecen que las mujeres estén presentes en las mesas de negociaciones realmente no se cumplen y en eso juegan un papel importante la cultura y la educación. 

¿Cómo ha impactado a la sociedad y la familia el avance de la mujer?
Las mujeres hemos sacrificado muchísimo en razón de la participación, no solo en la política, sino en la vida de un país. El hecho de ser madre de cuatro hijos me ha enseñado que el centro de una sociedad tiene que ser la familia. La sociedad es muy desigual en la medida en que las mujeres se tienen que negar a tener hijos o los hombres y las mujeres se tienen que negar a tener una familia por cuestiones del mismo modelo; o que los niños crezcan absolutamente solos con una niñera electrónica que es la televisión y en otros casos en las calles, aprendiendo la socialización de una manera que le ha salido muy costoso a las familias latinas y ese es un espacio donde se puede demostrar que la no presencia de la mujer donde se toman las decisiones, es sumamente costoso para las familias latinas.

Piedad Córdoba Ruiz dirige el movimiento Poder Ciudadano Siglo XXI, ubicado en el ala izquierda de su partido, el Liberal. También coordina el movimiento Colombianos y Colombianas por la Paz, que busca la solución del conflicto armado en su país. Fue senadora hasta el 27 de septiembre de 2010, cuando fue inhabilitada por un periodo de 18 años para ejercer cargos públicos en Colombia, luego de ser acusada de colaboración con la organización guerrillera Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Valora la familia. “Las mujeres hemos sacrificado muchísimo en razón de la participación, no solo en la política, sino en la vida de un país. El hecho de ser madre de cuatro hijos me ha enseñado que el centro de una sociedad tiene que ser la familia”.

Sobre el narcotráfico. “Es un problema que crea mucha inestabilidad en el mundo e ingobernabilidad, fíjese que el presupuesto que maneja es más grande que el presupuesto de un país. Lo que pasa en México es un espejo que dice que hay que abrir un debate sobre el tema”.

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