“Ay Papá, llegó Mamá”

Una Margarita sonriente y sin sombrero fue recibida con ese grito, que retumbó en los oídos de cientos de morados.

Una Margarita sonriente y sin sombrero fue recibida con ese grito, que retumbó en los oídos de cientos de morados.A los emocionados corazones peledeístas les faltó poco para salirse por la boca cuando Danilo Medina pronosticó que la primera dama seguiría en el Palacio como vicepresidenta.

La alegría se sentía desde antes en las sonrisas, apretones y saludos de los camaradas. Afuera del salón Bonanza del hotel Meliá, otros cientos de dirigentes y militantes del PLD se lucían explicando el milagroso ascenso de Danilo en las encuestas.

Adentro, Danilo Díaz se adueñaba del espectáculo explicando en grandes plasmas cómo en 45 días cerca de un millón 300 mil votantes se han registrado peledeístas. “Ya tenemos ganados el Gran Santo Domingo y el Cibao, y eso quiere decir que nos fuimos en la primera vuelta”, sentenció.

Era sabido que el acto no podía acabar sin que el candidato dijera algunas palabras.  Danilo Medina se paró, respondió con gestos de triunfo a los vítores y aplausos de sus seguidores y firme se dirigió al podio, sintiendo el pase de manos de los compañeros sentados en la mesa de honor.

Ya frente al pódium, el hombre dio la impresión de que algo grande diría. Pasaron unos minutos sin que el celular XPeria pudiera captar una imagen. Patinaba. Es cuando advierto que estaba en módulo “captar sonrisa”. Hubo de ajustarlo a manual y entonces ¡flash! Ahí sí. 

 Agradeció el trabajo de la militancia y la dirigencia para que ocupe el pináculo de la campaña electoral. Agregó que haría un anuncio muy serio, pensado, meditado a profundidad. “Quiero aprovechar este encuentro para transmitirles que he tomado una importantísima decisión”.

Y las antenas se pararon. ¡Va anunciar a Domínguez Brito! ¡Va anunciar Margarita!, se oyeron voces y gritos. Cristina Lizardo se paró a su lado. Leve silencio. Y anunció a Margarita.

Pero ella no estaba. Entre estruendo y aplausos desde el fondo del salón el tumulto no dejaba lugar a dudas. “¡Llegó Mamá!” dijo alguien sin que le hicieran caso. “¡Ay, Papá, llegó Mamá!” explosionó en la sala. La primera dama era toda sonrisa. Acicalada y vestida en dos piezas pastel, se confundió en abrazos con un Danilo Medina que hasta entonces se mostró con brillos en los ojos y con una sonrisa que recordaba el anuncio aquél “¿De qué te ríe?”.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas