Las parroquias de Santiago se han convertido en presas de la delincuencia y tan solo en los primeros diez meses de este año son once los templos profanados o robados, en algunos casos, dicen, hay en esos hurtos características de ritos satánicos.El cargar con las hostias, con la limosna, asaltar sacerdotes son de los constantes hechos que se producen en las iglesias agrupadas en esta arquidiócesis.
En Moca se han reportado otros dos casos de profanación de iglesias. El 24 de agosto los malhechores penetraron a la San Bartolomé de Gurabo y días antes profanaron la parroquia Santa Cruz de la comunidad Los Cocos de Jacagua y cargaron con el dinero de la ofrenda, con la planta eléctrica y los amplificadores.
El sacerdote Williams Arias, canciller del Arzobispado de Santiago, explica en una entrevista con elCaribe que al menos se produce un caso de robo por mes. El hecho más reciente y el que más ha alarmado a la comunidad católica es el despojo de las hostias que dos ministras llevaban para los enfermos.
El robo sucedió cuando salían de la parroquia Santa Ana del sector Nibaje. Arias asegura que es la primera vez que se produce una acción como esa, que hombres armados y desde un motor en marcha cometan esa profanación del Cuerpo de Cristo.
Tan solo en la parroquia Santa Cecilia, en la Villa Olímpica, los delincuentes han robado en cuatro ocasiones, al igual que en San Rafael de Tamboril, de donde cargaron con equipos de sonido. Arias, al hacer un relato de los templos afectados, recordó que esa misma situación se presentó en la capilla de Rafey y en la parroquia San Andrés de La Otra Banda.
El año pasado también penetraron a la iglesia San José en la avenida Hermanas Mirabal. Tras el caso ocurrido en la iglesia Santa Ana, el arzobispo de Santiago, monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, hizo un llamado público a los delincuentes a que hagan retornar el Cuerpo de Cristo al templo católico más cercano. Pero fue en vano.
“En los robos que la Iglesia reporta nunca pide públicamente la devolución de dinero, cosa que debe hacerse, pero esta vez sí pedimos que devuelvan las hostias, porque es lo más sagrado para nosotros”, dijo mediante una nota.
El 30 de octubre de este año delincuentes penetraron al templo de la Casa de Emaús y, tras profanarla, robaron la alcancía de las ofrendas y objetos sagrados.
Por la acción fueron declarados tres días de duelo y la feligresía se mantiene en vigilia. El 29 de septiembre, en esa misma parroquia, fue asaltado el sacerdote Carlos Santana por un hombre que acudió a confesarse. Fue despojado de dos mil pesos y un celular BlackBerry. El 25 de octubre desconocidos destrozaron el altar, en la parroquia Santa Rosa de Moca.
El vigilante de casa de Emaús asegura que en ocasiones han intentado hasta cargar con el zinc y otros objetos.
En esos actos, la oscuridad y la falta de vigilancia juegan un papel importante para la acción de los profanadores. Como explicación, la gente tiende a atribuir los robos en parroquias y de símbolos religiosos a los adictos a las drogas.l
La delincuencia tiene a los curas hartos
Williams Arias
Sacerdote
“Aunque en la mayoría de los casos, son actos de delincuencia, hay otros que han ido con la intención de hacer la profanación en sí. Estos son los casos que se pueden interpretar como acciones de ritos satánicos de manos de estos individuos”.
Ramón Benito de la Rosa y Carpio
Arzobispo de Santiago
“Este hecho encarna una ofensa a las dos ministras y, en este caso, además, es una ofensa directa a Cristo. En los robos que la Iglesia reporta nunca pide públicamente la devolución de dinero, cosa que debe hacerse; esta vez sí lo pedimos”.
Los ritos extraños
Los constantes actos vandálicos contra la iglesia son asociados por el sacerdote Williams Arias a la descomposición social, a la decadencia moral y al aumento de la delincuencia.
Entiende que se ha perdido el respeto a muchas cosas, entre estas los valores. Pese a las denuncias, tan solo en el caso del padre Carlos Santana, asaltado en el confesionario, apresaron a los presuntos delincuentes. Dijo que hay casos en los que han visto movimientos sospechosos de intento de robo y han logrado detenerlos.
Los casos de profanación y robo llegan al punto de que muchas veces hacen las necesidades fisiológicas dentro de los templos. En la capilla del cementerio municipal de Moca la situación fue peor. Los delincuentes cargando con el cáliz, rompieron los santos del templo católico. Para penetrar al interior de la oficina del camposanto, los desconocidos rompieron los blocks calados y cargaron con RD$3,100 en efectivo, varias bombas fumigadoras, picos, palas, machetes, pinturas, trapeadores, escobas, una calculadora y otros objetos de valor.
