Mañana se cumple un año de la aparición del primer caso de cólera en República Dominicana. La epidemia, a la fecha, ha cobrado la vida de unas 149 personas. La enfermedad fue traída al país por un nacional haitiano que llegó a Higüey.
Desde que aparecieron los primeros casos de cólera en Puerto Príncipe, capital del vecino Haití, en octubre de 2010, los dominicanos se alarmaron, pues sabían que no tardaría en cruzar la frontera que une a ambos países. Esto se materializó un mes después.
Desde el 16 de noviembre del año pasado hasta el 29 de octubre de este año, unas 19,773 personas han sido afectadas por la enfermedad, de las cuales 8,106 han sido confirmadas por laboratorios, según el último boletín publicado, la semana pasada, por la Dirección Nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública. El informe registra 343 fallecimientos a causa de diarrea aguda, de los que se han confirmado 149.
En los primeros meses del año de la epidemia, la gran cantidad de casos que surgieron, principalmente en los sectores marginados del país, llenaron las “áreas de cólera” que habían sido habilitadas por las autoridades de Salud Pública, previo a la aparición de la enfermedad. Los primeros casos en salir a la luz fueron los de turistas venezolanos de clase alta y estudiantes de un reconocido colegio de personas de clase alta en el país.
Las áreas o unidades de cólera funcionaban en los principales hospitales públicos del país, entre ellos el Luis Eduardo Aybar, Moscoso Puello, Santo Socorro, así como el José María Cabral y Báez, de Santiago y el Antonio Musa, de San Pedro de Macorís, donde acudía la mayoría de las personas afectadas.
Debido a que la enfermedad se propagaba con rapidez, también fueron abiertas salas de rehidratación oral en los sectores populosos del Gran Santo Domingo, a fin de dar los primeros auxilios a los enfermos sin tener que llegar a los centros de salud.
Con el paso de los meses, el temor se apoderó de las familias que veían morir a sus parientes de diarrea y deshidratación aguda, pues en algunos casos la demanda de atención en los centros de salud estaba por encima de la capacidad, tanto médica como de infraestructuras, para responder a la epidemia.
En ocasiones, la situación llegó a escaparse de las manos de las autoridades sanitarias, quienes recibieron graves críticas de diferentes organismos sociales y gremiales, incluyendo el Colegio Médico Dominicano (CMD), que acusó al Gobierno de manipular y ocultar las cifras reales de los muertos y los afectados por el cólera.
El drama que se vivía en los hospitales era tan crítico que por disposición del Ministerio de Salud Pública, se prohibió la entrada de fotógrafos y camarógrafos a las salas de cólera, como una forma de evitar la divulgación de imágenes que describían la realidad de la enfermedad, que aún sigue causando estragos en la sociedad.
Ante la gravedad de la situación, el Gobierno, a través de Salud Pública, dispuso de un fondo especial de RD$200 millones para realizar trabajo de prevención y control de la epidemia, además de los recursos aportados por organismos multilaterales, quienes cooperaron con el país y dieron seguimiento al cólera.
Valora trabajo de prevención
Aunque Salud Pública tardó para emitir una alerta roja ante el desbordamiento de los primeros brotes de casos de cólera, aplicó una campaña de prevención con la que ha logrado reducir la incidencia de la enfermedad.
Bautista Rojas Gómez, ministro de Salud, al evaluar el primer año de la epidemia en el país, dijo que se trata del ejemplo más positivo que ha tenido la nación, por la rápida respuesta que dio el pueblo a uno de los eventos de salud más importantes de los últimos tiempos.
Indicó que los organismos internacionales habían proyectado que el país tendría unos 50 mil casos de cólera y al menos 500 muertes en el primer año, cifras que han quedado muy por debajo.
El funcionario atribuye la baja incidencia de la enfermedad a la campaña de prevención y la colaboración de la población, así como al trabajo realizado por los medios de comunicación.
Rojas Gómez dijo que para conocer el estatus que mantiene la enfermedad, desde el 20 de este mes será realizada una evaluación, a fin de reproducir las experiencias del primer año del cólera, para luego darla a conocer en Haití y otros países.
Muertes en Haití
En Haití la enfermedad ha cobrado la vida de casi 7,000 personas y ha afectado a más de 475 mil, desde que la enfermedad apareció en la capital de ese país en octubre del año pasado. Desde República Dominicana el cólera fue exportado hacia Venezuela, Chile y Miami, situación que causó gran tensión, debido a la mala promoción que se le dio al país y la repercusión que la noticia de la enfermedad tuvo en el turismo.
Reacciones
El desempeño de Salud Pública para tratar el cólera fue mediocre, incluso, cuando trató de ocultar datos”.
Senén Caba
Presidente CMD
El trabajo para enfrentar el cólera estuvo bien dirigido, pero faltan recursos
para programas de prevención”.
Feris Iglesias
Infectólogo
El país ha ganado la batalla del cólera. Hubo muertes y no se sabe cuántos, pero no fue como se esperaba”.
Clemente Terrero
Epidemiólogo
Especialistas: “No fue lo que se esperaba”
Expertos coinciden en que la presencia del cólera en el país no causó los efectos que se esperaban, pues siempre se comparó con la situación de Haití, el país más pobre de América Latina, que cuenta con pocas condiciones de salubridad.
El infectólogo Feris Iglesias afirma que el comportamiento de la enfermedad es similar a lo que sucedió en Perú, donde después de brotes agudos, pasó a casos aislados, lo que posiblemente se mantenga en el país por algunos ocho años o resulte que la enfermedad quede siendo endémica.
