La hipertensión arterial afecta alrededor de 3.5 millones de dominicanos, equivalentes al 35% de la población, y sigue siendo la principal causa de muerte de República Dominicana, seguida por los accidentes de tránsito y el cáncer.
Pero lo peor de esta grave situación es que cerca de la mitad de los afectados no lleva ningún tipo de tratamiento médico, lo que los coloca en alto riesgo para padecer de enfermedades cardiovasculares a temprana edad, lo que puede terminar en la muerte.
Estas estadísticas están contenidas en el estudio más reciente sobre Factores de Riesgos para Enfermedades Cardiovasculares, realizado en 2011 por EFRICAR II.
Según explica la presidenta de la Sociedad Dominicana de Cardiología, Petronila Martínez, el 90% de los casos de hipertensión arterial es de origen desconocido, pero hay factores como la herencia, la obesidad, que se han convertido en una epidemia en el país, con una prevalencia de casi un 60%, así como hábitos de alimentación malsanos, inactividad física y el uso de sustancias, entre ellas los anticonceptivos orales, que pueden predisponer a que una persona se haga hipertensa.
En el 10% de los pacientes restantes, la hipertensión tiene una causa explicable, como puede ser un tumor, la glándula suprarrenal, cromositomas o una enfermedad de Cout, hipotiroidismo, coartación de la arteria aorta, estrechez de las arterias y otros.
La especialista dice que una realidad lamentable es que de las personas que ya están diagnosticadas con la enfermedad, cerca del 40% no está recibiendo tratamiento, y de los que lo reciben el 40% no está controlado, porque no se realizan los chequeos regulares para determinar que la dosis que está tomando le está controlando los niveles de presión.
Síntomas
La hipertensión arterial es una enfermedad crónica degenerativa que se caracteriza por la elevación de la tensión arterial.
Se considera hipertensión a los registros mayores de 140/90 miligramos de mercurio.
No da síntomas durante mucho tiempo y, si no se trata, puede desencadenar complicaciones severas como un infarto al miocardio, una hemorragia o trombosis cerebral, lo que puede ser evitado si se controla adecuadamente.
Por lo general, cuando se presentan síntomas es porque ya ha causado daño a órganos como el cerebro, corazón, riñones y ojos. Los signos y síntomas que presenta son cefalea (dolor de cabeza), mareo, náuseas, vómitos, epistaxis (hemorragia nasal), hemorragias conjuntivales, fatiga, dificultad respiratoria y visión borrosa.
Las primeras consecuencias de la hipertensión las sufren las arterias, que se endurecen a medida que soportan la presión arterial alta de forma continua, se hacen más gruesas y puede verse dificultado al paso de sangre a través de éstas.
Esto se conoce con el nombre de arteriosclerosis.
Detección temprana
La presidenta de la Sociedad de Cardiología explica que conocer los niveles de presión a temprana edad es la mejor arma para hacer frente a la esta enfermedad.
Dice que resulta alarmante la gran cantidad de jóvenes con edades de entre 18 a 25 años que están debutando como hipertensos idiopático, patología que por tradición ocurría de los 35 años en adelante.
“Lo ideal es que la persona pueda conocer a tiempo cuáles son sus niveles de presión arterial para determinar si es hipertenso o no”, explica la especialista.
Cuando los valores de la presión oscilan por 125/85 milímetros de mercurio a 140/90, la hipertensión se puede calificar como una prehipertensión. La hipertensión estadio 1, es cuando los niveles están entre 140-90 a 150-100; la estadio II, es mayor a 160/100.
El último rango representa un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares.
Prevención
La hipertensión se previene con medidas sanas y detección temprana para evitar daños a órganos secundarios a nivel de la retina, arterias del cerebro y el corazón, éste último sufre cambios como la hipertrofia o engrosamiento de la pared y dilatación de su cavidad, así como insuficiencia renal crónica.
Las estadísticas más recientes muestran que cerca de un millón de dominicanos o un 10 por ciento de la población padece de diabetes, lo que sumado a los más de 3.5 millones de personas con hipertensión, resulta en que la mitad de la población sufre de dos graves enfermedades. l
