Exjefes de la DGII cuestionan puntos proyecto reforma

La sustitución del impuesto a la placa de automóviles por un impuesto anual por circulación a los vehículos de motor de 1% sobre el valor, creará una doble tributación.

La sustitución del impuesto a la placa de automóviles por un impuesto anual por circulación a los vehículos de motor de 1% sobre el valor, creará una doble tributación.Así lo plantean los exjefes de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), Juan Hernández y Germania Montás, a través de un estudio-revisión de las medidas propuestas en la reforma tributaria y su impacto recaudador, para lo cual se basaron en el documento público “Concertación de pacto fiscal: propuesta de elementos a considerar, Consejo Económico y Social”, del 4 de octubre de este año, modificado luego por un proyecto de menor alcance recaudador que la propuesta inicial (RD$7,826 millones menos del plan inicial del Gobierno que buscaba recaudar 2.2% del PIB). Hernández, pasado director general de la DGII, y Germania Montás, exsubdirectora general, aseguran que “el impuesto de placas calculado como un ad valórem sobre el valor CIF del vehículo, se convierte en un impuesto patrimonial” y plantean que “para el caso de las empresas que pagan impuestos sobre los activos, los vehículos que son parte de esos activos, quedarían gravados dos veces”. En su estudio sobre la reforma fiscal, cuyo proyecto está en el Congreso, los exfuncionarios de la DGII abarcan otros aspectos contenidos en la iniciativa del Poder Ejecutivo, con miras a ampliar la progresividad del sistema tributario, reducir el gasto tributario, ampliar la base impositiva, modificar algunas tasas impositivas y combatir la evasión, entre otros objetivos.

Sostienen que la medida de aumentar el Impuesto Selectivo al Consumo ad-valórem a las bebidas alcohólicas de 7.5% a 15% (en tres años, 2.5% por año) “supone erróneamente que el consumo y la venta de los productos de alcohol y el tabaco son inelásticos respecto al precio, algo así como que la gente los compra sin importar si están caros o no”. Y para demostrar que esa premisa es errónea citaron la reforma de 2007, que subió los impuestos selectivos a los referidos productos, provocando una caída en los litros vendidos. La disposición a partir de esos resultados tuvo que ser revocada parcialmente, debido a que los frutos fueron contrarios a lo esperado. Los litros de cerveza vendidos cayeron en 20% del 2007 al 2008. Para 2012 se proyecta que volverían a los niveles de 2007.

En el caso del ron, los litros vendidos cayeron 6% en el citado período, y aún en el 2012 no se prevé alcanzar la cantidad vendida en 2007. Al comentar las medidas, el análisis de Hernández y Montás sugiere que si se mantuviera el gravamen a las bebidas no alcohólica con un selectivo de 10%. (Esa medida fue dejada sin efecto el pasado día 25, cuando el Gobierno introdujo el proyecto al Congreso con modificaciones) y si permaneciera la exención de la industria favorecida por la Ley de Desarrollo Fronterizo, afectaría las industrias del régimen ordinario y agravaría la situación de inequidad existente.

Parte inmobiliaria

De acuerdo a los planteamientos de Juan Hernández y Germania Montás, la estimación para la nueva forma de calcular el Impuesto a la Propiedad Inmobiliaria está subvaluada y plantean que la estimación realizada por la DGII en propuestas anteriores es mucho mayor aún aumentando el monto exento. “Y los recursos estimados como resultado de gravar los dividendos de los accionistas de las zonas francas están sobrestimados, porque  parece que se consideran como beneficios a distribuir los declarados por centros de costos radicados en el país”.

Las de afuera

Las empresas extranjeras serían las más afectadas con el gravamen sobre los dividendos, aunque esto último también aplica para cualquier empresa que distribuya sus beneficios, indican los sustentantes del análisis.

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