La Dirección General de Migración informó que en los últimos dos años ha realizado 120 investigaciones y sancionado a 163 empleados por prácticas inadecuadas.
En una carta dirigida al director de elCaribe, Osvaldo Santana, el vocero de la institución, Ambiorix Rosario, dijo que en los casos de inspectores que actúan incorrectamente contra los inmigrantes en el país, se procede a separarlos de la entidad y someterlos a la Justicia.
Señor Director:
En atención al editorial de fecha 20 del presente mes de diciembre titulado “Detenga eso, presidente Medina”, en el cual su prestigioso diario solicita al señor presidente de la República detener la extorsión de la cual son supuestamente víctimas ciudadanos haitianos en la ciudad de Santiago, según denuncian sacerdotes jesuitas. Al respecto, la Dirección General de Migración desea expresarle que esta institución, al igual que otras tantas de la vida civil, militar, pública o privada no está exenta del hecho de que uno que otro de sus servidores incurran en actos reñidos con la ley, lo que no está dado es que este tipo de actitudes sean apañadas, ocultadas o estimuladas por el liderazgo institucional, que en nuestro caso encabeza el Lic. José Ricardo Taveras Blanco.
En este sentido, la Dirección General de Migración tiene números muy auspiciosos que mostrar en lo que concierne a la interdicción ética de su personal. Para su conocimiento, durante la presente gestión se han producido ciento veinte procesos de investigación contra empleados, fruto de los cuales se han comprobado faltas de ciento sesenta y tres servidores, todos sancionados o separados del servicio siempre en cumplimiento de sanciones dispuestas por el Art. 84 de la Ley de Función Pública No. 41-08.
Igualmente, es preciso remarcar que han sido sometidos a la acción de la justicia más de veintidós empleados, por ilícitos penales que van desde el tráfico de personas a la extorsión de ciudadanos, incluyendo haitianos. También es importante hacerle saber que nuestra unidad de investigaciones tiene una unidad de agentes encubiertos de nacionalidad haitiana que ha sido clave en el levantamiento de las pruebas para el combate de la extorsión por parte de nuestros empleados.
Como puede usted apreciar, la interdicción ética es un asunto de interés permanente para nuestra institución. Sin embargo, reconocemos que nuestro trabajo es complejo, suele afectar intereses y mucha gente medra, no siempre sanamente, en el tratamiento de un tema delicado, razón por la cual comprendemos la actitud crítica de algunos sectores que respetamos, aunque podamos diferir de la manera irresponsable con que se hace, al imputar situaciones sobre las que no se aporta ninguna prueba y que responden obviamente al espíritu de confrontación que sectores muy reducidos de la sociedad civil tienen contra la Ley General de Migración No. 285-04 y su reglamento de aplicación, instrumentos formalmente cuestionados, situación que en el plano conceptual también respetamos.
Señor director, el hecho de que esta denuncia haya merecido la atención editorial de su diario, dada la prestancia y sobriedad de su persona y la de su equipo, nos hace concluir en el sentido de que de algún modo han podido comprobar la veracidad de la misma. Siendo así, con la esperanza de que los datos que le hemos expuesto más arriba le puedan dar luz sobre la actitud de esta institución con las malas prácticas de sus empleados, no nos queda más que solicitarle muy encarecidamente su cooperación para que, nuestro Departamento de Investigaciones y de Asuntos Internos se ocupen, una vez más de enfrentar estas malas prácticas, si es que se estuvieren produciendo.
Las elevadas ocupaciones del excelentísimo señor presidente no creo que merezcan detenerse en detalles que, como puede usted observar, se encuentran debidamente atendidos.
Quedaremos muy agradecidos de que la presente tenga una difusión equitativa a la cobertura que se ha dado a la campaña de manipulación mediática en la que se encuentran empeñados algunos sectores de la sociedad civil.
Muy agradecido de su amable atención, le saluda.
Atentamente,
Ambiorix Rosario
Encargado de Comunicaciones
Dirección de Migración.
