A sus 98 años, doña Ana Mercedes conserva una extraordinaria habilidad para crear con sus manos hermosas piezas de artesanía.Con una sonrisa y cierto dejo de orgullo muestra los cuadros, muñecas, manteles y bordados que es capaz de elaborar sin que la edad sea un obstáculo para conseguirlo.
Al igual que ella, decenas de ancianos del Hogar para Envejecientes San Lázaro, en la Ciudad Colonial, exhibieron ayer una gran variedad de manualidades con material reciclado como floreros, fruteros y cofres, así como colchas, carteras, entre otras piezas, en la segunda versión de la Feria de Trabajos Manuales.
Doña Estela Narxes Pontier afirma que tanto ella como sus compañeros están contagiados de optimismo con las clases de manualidades que les permiten ejercitar sus destrezas sicomotoras.
“Nosotros tenemos clases de manualidades, los martes y jueves y tenemos una fiebre de hacer cosas bonitas como todo eso que usted ve”.
Agrega que el hogar ha sido de gran bendición para ella por las buenas atenciones que recibe y el acompañamiento para su vejez. “Esto ha sido una cosa que me la mandó Jehová Dios a mí, nos tratan muy bien y tenemos una alimentación muy buena”.
De su lado, su administrador, José Martínez, afirmó que el motivo principal del evento es que los adultos mayores inviertan su tiempo en actividades productivas y de entretenimiento y que muestren a la comunidad el fruto de sus manos. La institución cuenta con el patrocinio de Salud Pública y la Fundación Comunidad Modelo San Lázaro y ofrece asistencia médica y alimentación a los ancianos.
