Cuba asume presidencia de Celac en cumbre en Chile

SANTIAGO, Chile (AP) — El presidente cubano Raúl Castro asumió el lunes la presidencia de la Comunidad de…

SANTIAGO, Chile (AP) — El presidente cubano Raúl Castro asumió el lunes la presidencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, Celac, en un inédito traspaso de mando desde un presidente derechista como Sebastián Piñera a uno comunista, y en una sesión en la que fue leída una carta del convaleciente mandatario venezolano Hugo Chávez, internado en un hospital en La Habana.

Poco antes de cambiar de asiento, Piñera, que ocupaba la presidencia pro témpore de la Celac, recordó a Castro que el objetivo de la mesa ejecutiva de Celac están «mantener la unidad, promover el entendimiento, defender la democracia, (y) las libertades…».

Luego de estrecharse las manos, Castro ocupó el lugar correspondiente al presidente del organismo regional, que agrupa a 33 naciones, y declaró que «siento que es un reconocimiento a la abnegada lucha de nuestro pueblo por su independencia…».

Las presidencias de Celac van rotando anualmente entre sus miembros. Luego de Cuba, tomará el mando Costa Rica en 2014. El 2015 será el turno de Ecuador.

Castro añadió que asume la nueva obligación «con el propósito de contribuir al máximo a la consolidación del primer mecanismo de concertación e integración que reúne a las 33 naciones independientes de nuestra América, para contribuir a un espacio de soberanía regional y fomentar la integración, la concertación, la cooperación y la solidaridad entre ellas».

Los únicos países excluidos de la Celac son Estados Unidos y Canadá.

Poco antes del traspaso de la dirección del ente regional, el plenario de dirigentes aprobó una serie de resoluciones que incluyen el apoyo a la reclamación Argentina de soberanía sobre las islas Malvinas, el rechazo al embargo a Cuba, el apoyo al uso tradicional de la hoja de coca de Bolivia, un mayor apoyo económico a Haití y una posición común de rechazo contra el terrorismo.

Además de Castro, el otro mandatario que acaparó la atención de la cumbre, fue el ausente presidente Chávez.

El gobernante venezolano denunció durante el plenario el embargo a Cuba y la militarización de las islas Malvinas, mediante una carta leída por su vicepresidente Nicolás Maduro. En la misiva de varias carillas impresas, Chávez felicitó anticipadamente a Cuba por asumir la dirección de la Celac.

«Es un acto de justicia, luego de más de 50 años de resistencia al criminal bloqueo imperial, América Latina y el Caribe le están diciendo a Estados Unidos, con una sola voz, que todos los intentos por aislar a Cuba han fracasado y fracasarán», señala la carta leída por Maduro, quien la anticipó señalando que «voy a aprovechar» de leer la misiva «del hermano presidente comandante Chávez».

Chávez criticó en la carta que se le atribuye «la continua colonización y ahora la militarización progresiva de las islas Malvinas, ambos hechos son violatorios de todas las resoluciones que ha emitido la ONU para salvaguardar los derechos del pueblo cubano y argentino…».

Pese a estar internado en unhospital de La Habana desde diciembre pasado, donde se operó por cuarta vez de un cáncer a la zona pélvica y a que no ha sido visto públicamente, la sombra de Chávez se ha paseado por entre los pasillos y oficinas del gigantesco centro de eventos donde el fin de semana se desarrolló otro encuentro de líderes regionales con sus pares europeos.

Desde antes del inicio de las cumbres, el entorno de Chávez hizo saber que el mandatario enviaría una carta y mientras unos dijeron que era una misiva «de puño y letra» de Chávez, otros señalaron que estaba firmada con tinta roja por el gobernante. Un texto de la carta difundido en Caracas muestra su firma de tono rojo.

El propio Piñera aludió a Chávez al inaugurar el domingo la reunión de la Celac al recordar el importante papel que desempeñó en la creación de la Celac. El lunes Piñera rindió un mensaje a tres mandatarios, incluido nuevamente Chávez, por su papel de precursores del organismo.

Sobre las situaciones de Cuba y las Malvinas (Falklands), Chávez dijo en la carta que «la justicia está incontestablemente del lado de Cuba y de Argentina, si somos una nación de Repúblicas, nuestra soberanía es la de toda la Patria Grande, y debemos hacerla respetar».

«Se ha puesto elocuentemente de manifiesto que nuestra América Latina Caribeña es capaz de verse y pensarse a sí misma y al mundo con plena autonomía y actuar conjuntamente», agregó en el texto leído por Maduro.

Luego habló el presidente de Bolivia, Evo Morales, que se centró en reclamar una salida soberana al océano Pacífico, que perdió en una guerra con Chile entre 1879-1883 y en acusar a Santiago de no cumplir tratados de la época, lo que fue desestimado por Piñera.

Luego, los ojos de todos en la sala de plenarios se volvieron hacia Castro, quien vestía un elegante traje gris, en una de las escasas apariciones en cumbres internacionales que realiza.

Castro recordó la difícil creación de la Celac y advirtió que los obstáculos futuros no serán menores.

«Las amenazas a la paz son crecientes y la injerencia en los asuntos de nuestra región continua. Las transnacionales fundamentalmente norteamericanas, no renunciarán al control de los recursos energéticos, hídricos y minerales estratégicos en vías de agotamiento», señaló.

Se quejó luego de que «a dos décadas del fin de la Guerra Fría, crecen los enormes arsenales nucleares y convencionales que, como ha dicho Fidel, no podrán matar el hambre ni la pobreza».

Luego intervinieron otros presidentes y autoridades de la región, previo al cambio de mando de la Celac.

 

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