La importancia del juego en el desarrollo integral del niño

Jugar, para un niño, es vivir. Los juguetes son instrumentos para su desarrollo y felicidad. Jugar es un derecho de la infancia reconocido por la ONU desde 1959 (Resolución nº 1386 de la Asamblea de Naciones Unidas). Investigaciones en el campo…

Jugar, para un niño, es vivir. Los juguetes son instrumentos para su desarrollo y felicidad. Jugar es un derecho de la infancia reconocido por la ONU desde 1959 (Resolución nº 1386 de la Asamblea de Naciones Unidas). Investigaciones en el campo de la pediatría y la psicología Infantil avalan la importancia del juego para el sano desarrollo de los pequeños.

Mientras el niño juega explora la realidad, prueba estrategias distintas para operar sobre dicha realidad, así como alternativas para cualquier dilema que se le plantee en el juego. Esta actividad es para el niño un espacio para lo espontáneo y la autenticidad, para la imaginación creativa y la fantasía con reglas propias. Le permite curiosear.

De acuerdo con Isabella Paz, pedagoga, terapeuta y psicomotricista del Centro Felices Jugando, el juego es para los infantes lo que el lenguaje es para el adulto: un medio de expresión y comunicación, un medio de aprendizaje, pero, sobre todo, es el medio privilegiado para comprender el mundo, adaptarse a la realidad y manejar las emociones que se generan en  la interacción con su entorno. Además, los niños aprenden a través del juego a compartir, ganar, perder, socializar, tolerar, respetar, conocer límites, asimilar la realidad,  soñar y a mucho más. “El  juego espontáneo (iniciado por el niño, no dirigido por el adulto), tiene la función de proporcionarle seguridad afectiva, para ayudarlo a madurar psicológicamente. Podemos decir que el juego en el niño se encuentra en la base del equilibrio y la salud mental”, comentó la experta.

El juego se irá conformando de acuerdo a la edad del niño, desde los juegos más funcionales, en la primera etapa, hasta los juegos con estructura y reglas, como el deporte, en los niños de siete años en adelante.

Cómo funciona el juego a nivel educativo

Cuando observamos a un niño jugar, podemos percibir que hay toda una actividad psíquica importante que sucede en la mente del pequeño: las sensaciones que le produce la actividad que está haciendo, las  imágenes y/o memorias que evoca o despierta esta actividad, la creación activa que surge espontáneamente del niño, las operaciones mentales que establece a partir de la exploración activa del entorno y de los objetos,  las emociones que producen todas las experiencias, el placer compartido con los demás, la comunicación que acompaña al juego, la internalización de los límites propios y del entorno (normas). Toda esta dinámica psíquica que se da a partir del juego, permite el desarrollo del niño en todas sus dimensiones: física, cognitiva, afectiva y relacional (social).

“Un niño que juega es un niño sano. La ausencia de juego en un niño es una señal de alerta, un síntoma de que algo no va bien en su desarrollo. Puede ser en cualquiera de los ámbitos: físico, afectivo, social  o cognitivo. Cuando el niño se muestra apático a los juegos es necesario acudir al especialista a fin de valorar su desarrollo, pues esto puede ser síntoma de que algo en su interior no está bien, y  puede ser un indicador de problemas emocionales serios como una depresión infantil”,  dijo Paz.

Los padres, los niños y el juego

Según  Isabella Paz, los padres necesitan tener más tiempo y estar más disponibles afectivamente para sus hijos.  Necesitan recordar su propia infancia y volver a conectar con el placer de jugar que sentían cuando eran pequeños.   Es a partir de este placer por jugar, que podrán disfrutar del juego con su hijo. 

“Tenemos que jugar a lo que ellos quieran, eliminando de nuestra mente que jugaremos para enseñarles algo (letras, colores, números, rompecabezas) porque esto es un pensamiento cognitivo y a partir de este tipo de pensamiento perdemos la disponibilidad hacia el niño”, dice la experta. Se puede jugar con los pequeños, por ejemplo, a la hora de preparar la comida, al momento del baño, que es un lindo encuentro para inventar juegos e incluso a la hora de dormir.

Esencial
Los niños necesitan jugar tanto como comer,  ya que de esa manera desarrollan todos sus sentidos de manera más sana.

Saber
Para los niños es muy significativo que un adulto juegue con ellos, ya que se sienten valorados y tomados en cuenta.

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