Su nombre es una referencia internacional en el ámbito de la danza contemporánea. Desde su llegada a la República Dominicana ha trabajado, día tras día, en el desarrollo de este estilo con el objetivo de enseñar sus impresiones y experiencias adquiridas a nivel mundial. Sus piezas coreográficas han sido el reflejo de historias donde coinciden culturas, tendencias estéticas nuevas, ritmos y músicos, entre otros. La coreógrafa y bailarina cubana Marianela Boán suma un nuevo escalón a su dilatada trayectoria como directora de la reciente Compañía Nacional de Danza Contemporánea, antes Proyecto de Danza Contemporánea (ProDanCo) del Ballet Nacional Dominicano que dirigía desde sus inicios.
¿Cómo fueron sus inicios en la danza contemporánea?
Estudié desde los 11 a los 18 años en la Escuela Nacional de Danza Contemporánea de Cuba, me gradúe y pasé a trabajar en la Compañía Nacional Contemporánea donde estuve 15 años como bailarina solista y coreógrafa.
¿Cómo definiría su estilo de danza?
Parto del convencimiento de que toda pureza es estéril. En el contexto de una cultura profundamente ecléctica como la cubana, lo negro-chino-español-indio-haitiano-europeo siglo XVIII, XIX, XX, XXI y XXII conviven en un mismo espacio con toda fluidez y normalidad. Danza Contaminada versus Danza-Teatro; danza y lo que haga falta. Danza infectada por la mezcla de lenguajes artísticos en el mismo plano de importancia.
Es bailarina, coreógrafa y también profesora, ¿qué significa para Marianela Boán esa faceta de educadora?
Siento una gran responsabilidad en la formación de coreógrafos, ya que la danza contemporánea es un arte de autor; si no hay buenos autores no hay buena danza. Los jóvenes con quienes trabajo en la CNDC tienen un talento extraordinario y una necesidad de aprender y de expresarse enorme, así que decidí crear lo que he llamado la Plataforma Coreográfica del CNDC para formar y producir nuevos coreógrafos.
¿Qué ha supuesto ProDanCo para el panorama de la danza contemporánea en República Dominicana?
En el mes de noviembre de 2012, el Proyecto de Danza Contemporánea del Ministerio de Cultura de República Dominicana, ProDanCo, celebró con una serie de actividades y presentaciones en Casa de Teatro sus dos años de fundado y su tránsito hacia convertirse en Compañía Nacional de Danza Contemporánea. En este período de trabajo se ha logrado consolidar un colectivo profesional con una personalidad estilística y creativa de prestigio nacional e internacional y formar bailarines, maestros y coreógrafos encaminados a sedimentar y multiplicar la danza contemporánea en República Dominicana.
Entonces, ¿como podría definirse la Compañía Nacional de Danza Contemporánea?
La Compañía Nacional de Danza Contemporánea es una agrupación que define las nuevas tendencias de la danza mundial y la dominicanidad en el más amplio sentido de la palabra; la búsqueda de una danza dominicana y universal, que explore nuestra complejidad cultural y social y nuestra contemporaneidad; y que se constituya en una referencia paradigmática el país. La CNDC ha abierto una nueva oportunidad de realización para bailarines que se habían graduado de la Escuela Nacional de Danza y no habían podido desarrollar su vida profesional por la ausencia de una agrupación estatal de Danza Contemporánea. En la CNDC han podido además actualizar sus técnicas de entrenamiento y aprender composición, improvisación, proceso creativo, dramaturgia y teoría de la danza.
¿Cómo ve usted la evolución de la danza contemporánea en RD?
Creo que hay una verdadera necesidad de este arte en el país y que está destinado a desarrollarse al máximo por la fuerte base histórica que lo sustenta y el talento joven que vorazmente se interesa en él como espectadores y como protagonistas.
¿Qué es lo más difícil al momento de crear una nueva coreografía?
El proceso de encontrar una idea que me produzca un dolor épico tan fuerte que sea imposible de postergar.
El Estreno de Temporada inicia el 10 de mayo, ¿qué pretende mostrar su obra Caribe Deluxe?
Danza, teatro, canto, violencia, lirismo, humor y una relación directa con el espectador se mezclan en esta obra, para reflexionar sobre el Caribe como espacio de profundos contrastes. El Caribe todo es víctima de su belleza. La pobreza como un arma letal, hace de este paraíso un paraíso saqueado. A pesar de ese saqueo, la alegría, el afecto, el sentido común, el disfrute verdadero de la vida y sobre todo una relación visceral con el cuerpo, sobreviven en el filo del paisaje.
¿Qué siente antes de que se abra el telón?
El mismo nerviosismo y el mismo sentido de responsabilidad de mi primera presentación.
Gratitud
Siento una gran responsabilidad en la formación de coreógrafos, ya que la danza contemporánea es un arte de autor”.
