De niña a madre, un salto al vacío

Mamá es la palabra más hermosa, que encierra el sentimiento más profundo y que acompaña el compromiso más grande que puede asumir una mujer. El papel de madre se inicia desde la gestación misma, y ese lazo que se da entre madre e…

Mamá es la palabra más hermosa, que encierra el sentimiento más profundo y que acompaña el compromiso más grande que puede asumir una mujer.

El papel de madre se inicia desde la gestación misma, y ese lazo que se da entre madre e hijo se mantiene aún después de la muerte, ya que con la separación física jamás rompe ese nexo y, mucho menos, el sentimiento entre ella y su descendiente. Aun fallecida la madre, cuando su hijo habla de ella, se percibe esa sensación como si aun estuviera viva.

Son muchas las fechas que en el mundo se celebran y muchos son los eventos que tiene la humanidad dedicando un día especial para recordarles.

La celebración del Día de las Madres se realiza en todos los países del mundo, aunque en fechas distintas.

Quien ha tenido la oportunidad de presenciar esa celebración fuera del país, ha podido percibir el mismo ambiente, sintiendo uno, que no es de esa cultura y sabiendo que la fecha nuestra no es esa, pero se hace obligatoria la llamada de felicitación a mamá.

La edad de una mujer para fecundar un óvulo tiene su momento. Así como es de hermoso este rol, el mismo conlleva un proceso de maduración previa, tanto a nivel físico como emocional, por lo que es más que necesario que para el inicio de este importante papel, hay que tener la edad adecuada, las condiciones necesarias y, sobre todo, la conciencia de lo que implica la responsabilidad de crear una nueva vida que dependerá, en todos los aspectos, de la madre.

Aprovechando que el próximo fin de semana se celebra en nuestro país el Día de las Madres, quiero resaltar una de las problemáticas sociales de mayor controversia, y es el embarazo en niñas y adolescentes.

La República Dominicana está considerada como uno de los países con más altos índices de embarazos en adolescentes de América Latina.

En datos recientes, Jeremy Freehill, la oficial nacional del Fondo de Población de las Naciones Unidas, revela que una de cada cinco adolescentes dominicanas, ha estado embarazada.

Sucede en cualquier clase social
En el país, una gran cantidad de la población vive de forma marginada. Los padres no ofrecen a sus hijos una  orientación sexual sana, en cosas tan básicas como el manejo de la primera menstruación.

Es por esto que, aunque en cualquier medio social se pueden dar embarazos en la adolescencia, es en  la clase pobre y marginada, donde tenemos centrado este problema.

¿Cuál es la razón principal de que se den estos embarazos? En primer lugar, no hay preparación adecuada dentro de las familias y las escuelas como parte de los programas de higiene mental, para  orientar en los cambios que se producen en las niñas, los cuales conllevan a una readaptación completa es su cuerpo.

Dejar solas o en manos de familiares cercanos, y a veces vecinos, a las niñas o adolescentes, razón por la cual, éstas se crían a  merced de ellas mismas. Penosa realidad.

Por tanto, los padres carecen de la más elemental información de qué hacer ante un drama similar, donde por lo general están envueltos en niveles de pobreza que no les permiten subsistir a ellos con sus hijos, mucho menos, encontrar que hacer con una niña y un embarazo.

¿Qué le sucede a una familia, ante un embarazo de una niña de entre 12 a 17 años? El impacto psicológico que trae a la vida de ésta, que todavía ni siquiera ha entendido a qué se deben los cambios físicos y hormonales en su organismo, es tal que, a ella misma se le hace imposible captar la magnitud de lo que conlleva un embarazo en esta etapa de su vida.

Dada la edad y la falta de maduración física de las mismas, también tienen el riesgo de muerte antes o posterior al embarazo, tanto de ellas como del bebé, por lo que, en término de salud, se convierte en un grave problema.

¿Y su preparación académica?
Estos embarazos se dan cuando se inicia la interacción social y extra familiar de la niña, por tanto, no solo se salta una fase importante, que es la adolescencia, sino todo lo que conlleva para su enriquecimiento emocional y tener unas sanas relaciones interpersonales.

Una de las cosas que por lo general acontece es el abandono escolar y la incorporación, a raíz de esta condición, a buscar, por ellas mismas, alguna forma para generar ingresos que les permitan entonces sobrevivir.

Recién conocí la historia de la hija de una señora de servicio doméstico, de alguien muy cercano que, a los 16 años, ya con un niño en brazos, se ve obligada a buscar trabajo en una casa de familia, dejando su bebé al cuidado de una tía, convirtiéndose así el cuadro familiar, en algo que verdaderamente habría que vivirlo para poder entenderlo. Y esto, sin tomar en cuenta también, al joven, igual adolescente, que tampoco está preparado para asimilar y aceptar una paternidad. l

La magnitud del problema

El embarazo de niñas y adolescentes es algo que nos afecta a todos. A las autoridades gubernamentales, que tienen que encarar con cifras incalculables en términos económicos para enfrentar esta situación.

Es más grave de los que cualquiera puede imaginar, para nuestra sociedad, esta problemática.  ¿Qué se puede hacer?Lo primero es, involucrar a todos los sectores para, junto, llegar a acuerdos en cuanto a las medidas adecuadas en términos de orientación, prevención y solución a este problema.

Es este momento hay una gran controversia entre posturas de instituciones religiosas y otras, enfocadas a dar orientación a las familias en diferentes ámbitos; uno de ellos, la educación sexual.  Entiendo que es importante lanzar programas educativos concernientes a este tema. Pero también, es muy delicada la forma en que va enfocado o dirigido, un tema tan delicado como este.

La República Dominicana es un país con base y formación cristiana, con valores morales propios de nuestra cultura, por los cuales debemos luchar para mantener. Es por ello que, a la hora de lanzar cualquier programa o campaña en la búsqueda de soluciones a cualquier tipo de problema social y, de manera especial, al de las relaciones sexuales, es de sumo cuidado controlar la manera de dirigirlo. 

En cualquier campaña publicitaria en torno a este tema y para la  salud mental de todos, es imprescindible tomar en cuenta nuestra cultura, nuestras instituciones y, sobre todo, que el problema de embarazo en adolescentes se da mayormente en clases muy pobres y, por ende, de mayor dificultad para entender que, más que orientar, pueden desorientar.

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