Desde la declaración de la Independencia Nacional, las relaciones entre haitianos y dominicanos han estado matizadas por la confrontación, con altas y bajas que han profundizado los sentimientos patrióticos y de defensa del territorio en ambas partes de la isla.Las tensiones entre haitianos y dominicanos no han sido diferentes a las de otros países fronterizos y pese a todo, las relaciones se han mantenido a través de la historia.
Durante los últimos 23 años se han suscitado episodios que han afectado las relaciones entre haitianos y dominicanos, pero han sido superadas, pese a que se mantiene un sentimiento beligerante entre ambas naciones. Las principales causas de las diferencias han sido migratorias, económicas, de defensa de la soberanía y durante los últimos tiempos de reclamo de nacionalidad por parte de hijos de haitianos nacidos en suelo dominicano.
La década de los 90
A principios de la década de los 90 el tema de la contratación de braceros fue la principal causa de las fricciones. Fueron años de inestabilidad política en Haití por los constantes golpes de Estado. Uno de los más importantes fue el que afectó la administración de Jean Bertrand Aristide en septiembre de 1991 que lo sacó del poder. El depuesto mandatario veía en el presidente dominicano cierto nivel de apoyo con los golpistas.
Las relaciones entre Joaquín Balaguer y el exsacerdote Aristide no fueron las mejores, sobre todo a partir de que el mandatario haitiano acusara a la República Dominicana ante la comunidad internacional de ejecutar una política discriminatoria contra sus conciudadanos por las repatriaciones.
La denuncia hizo que Joaquín Balaguer no diera todo su apoyo al mandatario haitiano durante los dos golpes de Estado de que fue objeto: el primero durante su primer mandato de 1990 hasta 1991 y el segundo al principio del milenio cuando cuatro años después fue desalojado del poder.
Sin embargo, el presidente Balaguer fue de los pocos mandatarios que se opuso al embargo que le impuso la comunidad internacional representada por la Organización de Estados Americanos. Dejaba pasar alimentos, combustibles y otros productos hacia el vecino país porque entendía que todo lo que ocurría en Haití, tenía repercusiones de éste lado.
Comisión Mixta Bilateral
Conscientes de la necesidad de buscar algún nivel de entendimiento entre los vecinos, los presidentes Balaguer y René Préval, en el primer gobierno de este último iniciado en 1996, se creó la Comisión Mixta Bilateral como mecanismo de diálogo para dirimir las diferencias y buscar soluciones a problemas.
La comunidad internacional intentó “colaborar” con el país más pobre del hemisferio unificando las ayudas mediante acuerdos como Lomé, Cotonú y otras iniciativas. El presidente Balaguer reveló entonces que Francia, Estados Unidos y Canadá pretendían solucionar el problema haitiano unificando la isla para que esta parte tuviera que cargar con la pobreza de los haitianos.
Ante la negativa del presidente Balaguer, la comunidad internacional veía como alternativa apoyar la candidatura de José Francisco Peña Gómez para supuestamente imponer sus planes y ante una campaña de denuncia de fraude en las elecciones 1994 se llega a un acuerdo y se recorta 2 años al mandato de Balaguer. El mandatario inició entonces una campaña antihaitiana, dispuso que el himno nacional fuera tocados por las emisoras al mediodía, hasta que en 1996 el joven Leonel Fernández gana la presidencia a Peña Gómez de la mano de Balagur.
Leonel en el escenario
Con el ascenso de Leonel Fernández las relaciones entre Haití y República Dominicana mejoraron debido a la política de apertura que desarrolló el entonces canciller Eduardo Latorre y que contrastaba con la de Joaquín Balaguer.
El entonces primer ministro haitiano vino a la toma de posesión de Fernández y dos años después el mandatario dominicano visitó Haití, estrechando aún más las relaciones mediante un mayor intercambio entre funcionarios de ambos países y de los sectores empresariales.
Continuaron las discusiones sobre temas de cooperación mutua, desempleo en la frontera y el respaldo dominicano a proyectos de asistencia en áreas como la salud y medio ambiente, sin embargo el tema migratorio seguía siendo el punto divergente.
El gobierno de Hipólito Mejía
Se caracterizó por continuar el proceso de mejoramiento de las relaciones y utilizó el escenario internacional para clamar por más ayuda en favor de Haití.
Junto a su par haitiano creó la Comisión Profondo de Desarrollo Fronterizo y poco después designó a un director General de Desarrollo Fronterizo.
Auspició la construcción de un mercado binacional en Dajabón y fomentó la instalación de empresas en las zonas fronterizas mediante la ley 28-01.
Agresión a Leonel
Durante el segundo gobierno del presidente Leonel Fernández, en el 2005, se produjo un hecho del que la mayoría de los dominicanos se enteró cinco años después por revelación del propio mandatario, de que fue atacado por una multitud haitiana que disparó contra la comitiva dominicana en Puerto Príncipe.
Cinco años más tarde fue el primer presidente en visitar Haití tras el terremoto de 2010 que dejó más de 200,000 muertos y el que dos años más tarde inauguró una universidad construida con fondos del Estado dominicano y del sector privado en la comunidad Lemonade.
El 7 de enero de 2008, el gobierno haitiano prohíbe la importación de pollos y huevos alegando que tenían gripe aviar. Aunque nunca se habló de levantar la veda oficialmente, cinco años después, el 8 de junio de 2013, se anuncia la misma decisión.
CIDH ha condenado dos veces a RD por haitianos
En el año 2005 la República Dominicana fue condenada por la Corte Interamericana de los Derechos Humanos(CIDH) por alegadamente violar los derechos de las niñas de ascendencia haitianas, Yean y Bosico.
En noviembre de 2012 la misma Corte condenó al Estado Dominicano por la muerte de siete inmigrantes haitianos a manos de militares en la comunidad Guayubín, Montecristi.
El hecho ocurrió 12 años atrás, el 18 de junio de 2000 cuando militares destacados en la frontera persiguieron un camión que transportaba haitianos indocumentados.
LOS EXPERTOS
Mu-Kien Adriana Sang
Historiadora
Considera que no hay un diálogo abierto y sincero entre los dos estados y que además hay un doble discurso que se expresa en el persistente problema migratorio y ahora con el caso de los 22,673 dominicanos de ascendencia haitiana que reclaman documentos. “El tema domínico-haitiano es largo y permanente y no ha habido una actitud de las partes en resolverlo”, expresa.
Pelegrín Castillo
Diputado
Aseguró que las intervenciones internacionales en favor de Haití en vez de lograr estabilidad entre los dos países, lo que hacen es generar situaciones indeseables. Cree que con el caso de la veda al pollo y al huevo, el país debe buscar otros nichos de mercados como Venezuela y otras islas para no depender tanto de las exportaciones hacia Haití.
