Reforma policial divide a diputados y activistas

El diputado Elpidio Báez, miembro de la comisión bicameral que estudia el proyecto de reforma policial, expresó ayer su oposición a que se creen comisiones de investigación civiles independientes para investigar la actuación de los agentes.

El diputado Elpidio Báez, miembro de la comisión bicameral que estudia el proyecto de reforma policial, expresó ayer su oposición a que se creen comisiones de investigación civiles independientes para investigar la actuación de los agentes. “Tú no puedes, para  una institución tan delicada como es la Policía, darle potestad a una comisión para que investigue, para determinar si los policías actuaron bien o mal en el uso de la fuerza. Eso es muy delicado”, expresó el legislador peledeísta por el Distrito Nacional.

Báez dijo que también debe modificarse lo relativo al presupuesto para los policías retirados, porque desde su punto de vista no debe ser administrado por policías activos. “¿Qué hace el subjefe de la Policía manejando el presupuesto de los retirados? Eso no puede ser y además ganan sueldos de lujo. El subjefe de la Policía gana un sueldazo por pertenecer y administrar el presupuesto de los retirados”, subrayó.

Igualmente, Víctor Gómez Casanova, diputado del Partido Revolucionario Dominicano por la capital, dijo que la iniciativa debe ser modificada para que se busquen mecanismos para mejorar el organismo.

Sin embargo, Nelson Arroyo, también miembro de la comisión, defiende las comisiones paralelas para investigar a los agentes. Calificó el proyecto como una buena iniciativa. Dijo que la creación de esas comisiones se corresponde con el ejercicio pleno de la democracia.

Rechazo a críticas

Dos activistas de la sociedad civil rechazaron ayer las críticas al proyecto de reforma policial que hizo el diputado oficialista Elías Serulle.

Julio César de la Rosa Tiburcio, director de Alianza Dominicana contra la Corrupción (Adocco) y Carlos Pimentel, encargado del programa Transparencia de Participación Ciudadana, coincidieron al considerar inoportunas las declaraciones que hiciera Serulle al proyecto de reforma de la Policía que se discute en el Congreso Nacional.

Serulle entiende que deben ser eliminadas del proyecto las disposiciones que quitan el nombre de “jefe” al titular de la Policía, para que en lo adelante se le llame director, y que se designen comisiones civiles para investigar las inconductas cometidas por los policías.

“Rechazamos las modificaciones al proyecto de reforma de la Policía Nacional que señala el diputado Serulle. Entendemos que la Policía Nacional debe convertirse en una dirección general, cuyo incumbente sea un director y así acercarla a lo que en esencia es un cuerpo civil de orden público”, expuso De la Rosa Tiburcio.

Dijo que comparten que las modificaciones a la pieza enviada por el Ejecutivo sean para enriquecerlo, introduciendo cambios como la exclusión del procurador general de la República del Consejo Superior Policial, “ya que el Ministerio Público tiene sus atribuciones específicas como director de la persecución penal, y no tiene por qué estar en asuntos tácticamente policiales”, dijo.

Otra modificación que entiende debe hacerse a la ley en cuestión es la inclusión en el Consejo Superior Policial de los directores de la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet) y de la Policía Turística (Politur), por ser estas dos entidades responsables del manejo de los componentes vitales de la vida nacional, como es el tránsito y el de turismo.

“La Policía no aguanta más parches”

Pimentel cree que el rechazo a lo establecido en la Ley de Reforma de la Policía se inscribe dentro de las obstrucciones que desde distintos sectores se imponen para retrasar aún más la adecuación de la institución policial, lo que a su juicio contribuyen a evitar superar el pasado que arropa a esta institución.

“La única forma de reformar la Policía Nacional es transformándola profundamente, sin timidez, temores, chantajes o miedo; esa institución no aguanta un parche más. Debemos llegar a la raíz de sus problemas, para poder extirparlos”, reflexionó Pimentel.

Dijo que la ciudadanía debería esperar que prevalezca un diseño de Policía menos represiva y cercana a la ciudadanía, con otra doctrina en la que el ciudadano no sea su enemigo.  Señala, sin embargo, que una nueva normativa no será suficiente para impulsar los cambios de cultura imperante en la Policía.

“Será necesario que la ciudadanía juegue un rol activo, impulsando la democracia. Con ello, la institución, que es de naturaleza civil, debe velar por la seguridad ciudadana”, puntualizó Pimentel.

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