Cuidado con tu elección

“Quiero dar a mis hijos lo que no tuve”, es frase común en hogares donde los padres, por razones económicas, no tuvieron el privilegio de otros niños en poseer cosas materiales que estos, muchas veces sin merecerlo, disponían de los mismos.

“Quiero dar a mis hijos lo que no tuve”, es frase común en hogares donde los padres, por razones económicas, no tuvieron el privilegio de otros niños en poseer cosas materiales que estos, muchas veces sin merecerlo, disponían de los mismos.

Son frecuentes los cuestionamientos entre niños pequeños de porqué, si Carlitos se porta mal, tiene un juguete que yo, siendo excelente con mis padres, no lo tengo. Es por ello, que una vez se es adulto, y tenemos la posibilidad de dar a nuestros hijos aquello que no tuvimos, esto puede convertirse en algo peligroso para el desarrollo de su vida presente y futura.

Voy a tratar en particular lo que respecta a la elección del primer lugar socio -extra familiar en el cual dejamos nuestros hijos, el colegio. Parece simple su elección, pero, resulta que debemos tomar en cuenta elementos esenciales para la misma.

Decidir un colegio no solamente implica indagar sobre el nivel académico, disciplinario, sino también, si el mismo, aun teniendo lo que se considera alto nivel, y para el cual harás grandes esfuerzos económicos, los cuales sobrepasan en ocasiones tus propias capacidades económicas, podría convertirse en un lugar nocivo para tus hijos.

¿Por qué? He tenido la oportunidad de conversar con padres sobre el colegio de sus hijos, que más que una herramienta básica para la formación de los mismos, es un fenómeno de conflicto y contradicción de las reglas y manera de pensar existentes dentro del marco familiar en cual estos se desenvuelven.

Debemos tratar de llevar a nuestros hijos a centros académicos en los cuales, nosotros como familia, podamos encajar dentro de ese conglomerado social. Es importante y básico que el colegio no se convierta en el primer lugar donde sembremos desencaje social y confusión de roles.

Como madre que he educado tres hijos, quiero exhortarles, aprovechando estos momentos en los cuales se termina el año escolar para iniciar otro, que se revalúe el colegio en cuanto hasta dónde el grupo social en que se desenvuelven les ayuda o desayuda, o si más bien, siendo un “buen colegio”, no se adecúa para tus hijos.

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