En momentos en que empieza a resurgir el interés en el saneamiento de la cuenca del río Ozama, la asociación sin fines de lucro Ciudad Alternativa procura asegurar la participación social de los moradores de las riberas del afluente en dicho proceso.La entidad, que arriba a 25 años de trabajo comunitario junto a los sectores populares que integran la circunscripción número tres del Distrito Nacional, insiste en que durante la intervención, que tiene como objetivo convertir al Ozama en un atractivo turístico, también sean respetados los principios de dignidad de la gente que por décadas se ha asentado en sus orillas.
Durante una visita al director del periódico elCaribe, Osvaldo Santana, el director Ejecutivo de Ciudad Alternativa, Román Batista, afirmó que para ello procuran visibilizar las condiciones materiales en que viven más de 360 mil personas y de ese modo contribuir en el diseño de políticas públicas tendentes a revertir su situación de pobreza y vulnerabilidad.
Batista aseguró que, contrario a lo que se piensa, la contaminación del Ozama no sólo es responsabilidad de la población que allí habita, sino también de las industrias y hospitales, que según estudios, vierten la carga más pesada de desechos sólidos al cuarto río más importante del país.
“De nada sirve que el año que viene se construya la vía perimetral, se construya el mirador del Metro, se sanee el río y las condiciones de vida de los pobladores siga igual”, agregó el coordinador del programa Cambios y Políticas Públicas, Alberto Ortiz, quien insistió en la necesidad de articular una estrategia macro que involucre a todos los sectores relacionados en una misma dirección para conseguir los objetivos a corto y mediano plazo.
Se han realizado varios estudios
Román Batista afirmó que además del interés que han puesto la Fundación Tropigas y el Grupo Sans Soucí, al presentar un proyecto al Gobierno bajo la coordinación del premio Nobel de la Paz, Mohan Munasinghe, otras entidades como la Mancomunidad del Gran Santo Domingo también ha realizado un estudio en la zona de la cuenca alta y baja del río, con apoyo de la Agencia Francesa de Desarrollo, orientado en el diseño de un plan de transformación de la zona.
Mientras que, Ciudad Alternativa, por su parte, ha realizado junto a la Unión Europea un proyecto sobre hábitat saludable en la zona, y con el Banco Mundial tienen en carpeta desarrollar un proyecto de veeduría social enfocada en los temas de saneamiento, vivienda y agua potable.
Celebrarán seminario en mayo
En ese sentido, la entidad anunció que del 13 al 15 de mayo, realizará un seminario, donde expondrán los resultados de varias investigaciones sobre las condiciones medioambientales, (agua, cañadas, desechos sólidos y vulnerabilidad) y socioeconómicas de 10 sub-barrios en las márgenes oriental y occidental del río Ozama.
La actividad que cuenta con el apoyo de la Dirección General de Programas Especiales de la Presidencia (Digepep), la Mancomunidad del Gran Santo Domingo, los ayuntamientos del Distrito Nacional y de Santo Domingo Este, busca crear un escenario para la concertación y ser el punto de partida para la articulación de esa parte social.
“Aspiramos a que este seminario origine un proceso de establecimiento de prioridades en términos de cambios en la zona que comprometa a esos decisores, y esos ministerios, y que esas prioridades al menos vayan al Presupuesto Nacional, y partir del 2016 comience a visibilizarse la acción y los cambios que se estarían buscando”, dijo Román Batista.
Exceso poblacional cerca del Ozama
Según el estudio “Población y vivienda: un desencuentro hacia la exclusión”, realizado por el Observatorio de Derecho a la Ciudad, la Circunscripción número tres, que agrupa catorce barrios, experimenta un exceso de la densidad poblacional, con precarios servicios, lo que se traduce en un mayor deterioro de la vida urbana: carencia de viviendas, de infraestructuras y servicios urbanos, degradación del medio ambiente, falta de empleo y pobreza.
Plantea que en los sectores cercanos al Ozama, sin agua, sin conexión a las redes sanitarias, sin servicio de recogida de basura y viviendo en el hacinamiento, estas familias no tienen las condiciones para ejercer su derecho a asentamientos saludables que les permitan tener una vida digna como manda la Constitución de la República.
Asimismo, dicho estudio refiere que además de la precariedad de los servicios básicos, estos barrios son proclives a derrumbes, inundaciones y huracanes por estar ubicados en zonas de alta vulnerabilidad.
