¡¡¡Feliz cumpleaños!!!

Se define cumpleaños como “aniversario de nacimiento” Así, no se siente el sabor propio de una particular celebración, que la cultura nuestra importantiza y señala como puntos de inflexión. Su connotación varía con la edad; de pequeños…

Se define cumpleaños como “aniversario de nacimiento” Así, no se siente el sabor propio de una particular celebración, que la cultura nuestra importantiza y señala como puntos de inflexión. Su connotación varía con la edad; de pequeños nos afanamos por ser “grandes”, sin entender lo de ser “feliz e indocumentado”. Sólo cuando niños tenemos medios números…7 años y medio, casi 14, aunque acabamos de cumplir 12. De adultos la tentación de “maquillar” edades afecta a ambos sexos, “asigún” las circunstancias. El cumpleaños infantil, con su parafernalia propia y las marcas que deja en la vida del pequeño, lleva a padres y en ocasiones a abuelos, a “manifestarse”, dejando hitos en el recuerdo de festejados e invitados. Las celebraciones de hoy distan, en vistosidad, creatividad y costos, de los de mi lejana infancia. Eran invitaciones verbales, no escritas ni sofisticadas, con el hermano mayor de vocero, en mi caso la hermana a la que sigo, quien llevaba el mensaje: “que dice mi mamá que mande a fulanito al cumpleaños, el sábado a las 4”. Tiempos de vecindarios y de cercanías afectivas y de exiguos presupuestos, susceptibles a gastos extras o “superfluos”. Se confeccionaba un pudín con suspiro de color apropiado, algunas “firifollas” o flores hechas con el mismo material y si la creatividad alcanzaba, algún producto de la artesanía familiar. Ahora los niños comen “pastel”, que debe tener elementos alegóricos al motivo seleccionado como “tema”. “To e ditinto”: “cubeticas”, dulces importados, manteles, servilletas y material de tiendas especializadas. No es ya la sala de la casa, ni el patio de las añoranzas, el espacio para celebrar. Hay lugares “temáticos” de festividades infantiles, donde los padres solo “ponen” al niño y los invitados, y ellos… ponen el resto. Payasos que asustan, de pelucas estrambóticas, con rojas narices esféricas y vestimenta multicolor, que ensordecen con canciones extranjeras; magos especialistas en figuras con vejigas, que ahora se llaman globos. “El que no se sienta no bebe refreco”, se expresaba para tranquilizar a la muchachada, que ocupaba sillas plegadizas de madera, en tamaño de adultos y de “muchachitos”, alquiladas a Blandino y otros, del negocio de “reuniones”. La clásica piñata donde los más hábiles acaparaban los regalillos de “chuflái” que volaban al ritmo de los “tablazos” que el “cumpleañero”, vendado y armado de peligroso palo desorientado, daba a la figura adornada con papel crepé multicolor. No había “nanas” que hicieran el trabajo de “jocear” que corresponde al infante, como sucede hoy, que las muchachas de servicio se “degreñan” peleando por “lo jugueticos de lo niño”. Ponerle la cola al burro, deleitó a muchos. Otros haciendo trampas, se “orientaban” para colocarla en la figura del jumento americano, comprado en La Margarita. Feliz cumpleaños a los que cumplen hoy.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas