Tamboril. Los delincuentes se han encargado de llevar intranquilidad a las familias de esta comunidad, las cuales se mantienen sometidas a los robos y atracos.Los asaltos a residencias y el robo de motores y vehículos, son el desafío constantes de cada día en Tamboril. El más reciente ataque se produjo el pasado miércoles, mientras un grupo de amigos compartía en la residencia de Juan Pablo Abreu, mejor conocido como Charly, quien fue víctima de un atraco por parte de cinco desconocidos que llegaron en un carro Toyota Corolla de color rojo.
Los ladrones cargaron con carteras, zapatos y objetos que sustrajeron a los presentes, los que no pudieron hacer nada para evitarlo.
El hecho es atribuido a la ola delincuencial que afecta a este municipio. Con este ya son tres los hogares violentados por los delincuentes durante las últimas semanas.
En otro hecho, desconocidos a bordo de tres motores interceptaron al joven Ramón Álvarez, hermano del exsíndico Francisco Álvarez (Juan Bo), a quien despojaron de un motor.
El joven se dirigía a la Escuela Sergio A. Hernández, cuando los delincuentes lo abordaron para cometer el hecho. “La Policía estaba cerca del lugar y dice que no pudo hacer nada, debido a que el motor en el que andaban, no corre”, declaró con impotencia el afectado.
Se recuerda que hace solo dos meses, Mario Henríquez fue asesinado por desconocidos que penetraron al interior de su residencia, en un hecho ocurrido en la comunidad de Nigua.
Otra vivienda violentada es la del propietario de la estación de gasolina Isla en el municipio, a quien despojaron de una yipeta en su propia casa.
Lo que más aterra a la población es la incapacidad de dar respuesta por parte de las autoridades competentes.
De acuerdo a denuncias de los afectados por acciones delincuenciales, en ocasiones los policías de servicio, no poseen un vehículo para auxiliar a la población cuando reclama ayuda.
