Solución para afiliados tardíos está en manos del CNSS

El superintendente de Pensiones, arquitecto Joaquín Gerónimo, reconoció ayer que con el tema de los afiliados de ingreso tardío al sistema de pensiones hay aspectos donde claramente existe una negación de derecho que tiene que ser corregida.

El superintendente de Pensiones, arquitecto Joaquín Gerónimo, reconoció ayer que con el tema de los afiliados de ingreso tardío al sistema de pensiones hay aspectos donde claramente existe una negación de derecho que tiene que ser corregida. Y una fórmula que plantea el funcionario para corregir ese mal será la modificación de la Ley 87-01 Sobre Seguridad Social, y de la resolución que limita devolver en un solo pago el dinero acumulado por los trabajadores que comenzaron tarde a cotizar en la seguridad social (porque tenían más de 45 años de edad), si al momento de su retiro no han acumulado suficientes cuotas para otorgarles una pensión.

Sin embargo, esta última parte puede tener un “bajadero” si el Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS) logra una “adaptación”, al tomar por ejemplo, una propuesta formulada por la Asociación Dominicana de Administradoras de Fondos de Pensiones ADAFP (sobre el punto en cuestión), la evalúa y la envía a la Superintendencia de Pensiones (Sipen), para que esa institución convoque al Comité Interinstitucional de Pensiones. Ese comité hace entonces el análisis correspondiente y envía la propuesta a la Sipen para que se realicen las adaptaciones. A lo que se refiere Gerónimo es que para modificar la resolución 356-13 (que limita la devolución de un pago del dinero a los afiliados de ingreso tardío) primero el CNSS debe modificar una resolución del año 2005. Significa que la salida del tema está en manos del CNSS.

Entrevistado en la parte correspondiente al Almuerzo Semanal de Multimedios del Caribe, Gerónimo aseguró que los afiliados de ingreso tardío están sujetos a un tratamiento especial en la Ley 87-01, bajo el criterio de que como tendrían poco tiempo para acumular suficiente dinero en sus cuentas deben tener este tratamiento especial, en donde se les permite, incluso, que puedan hacer ahorros voluntarios, extraordinarios para suplir la falta de tiempo. “Y se les permite que esos ahorros voluntarios estén exentos de impuestos hasta tres veces el monto retenido del ahorro obligatorio”, planteó el funcionario, acompañado en el encuentro de Leymi Lora Córdova, directora jurídica de la Sipen.

Con todo y eso, el tratamiento especial que contempla la ley para los afiliados de ingreso tardío tiene que ser normado, es decir, que tiene que aplicarse la normativa sobre cómo aplicar eso que dice la ley, indica el superintendente. “Para eso, en el año 2005 el Consejo Nacional de la Seguridad Social le pidió a la Sipen que convocara al Comité Interinstitucional de Pensiones (una instancia que está establecida en la ley) para conocer casos importantes que deben ser tratados desde el Consejo. Es como una opinión técnica fuera del Consejo”.

El comité lo preside la Sipen, está incluido en él la ADAFP, el Ministerio de Hacienda, el Consejo Nacional de la Empresa Privada, un representante de las centrales sindicales y un representante de los gremios profesionales. Joaquín Gerónimo rememoró que a la Sipen se le pidió que elaborara la normativa sobre el proceso que debe seguirse para el tratamiento de los afiliados de ingreso tardío. “La Sipen elaboró la normativa, que es la que rige desde 2005, pero en los años subsiguientes se le fueron haciendo modificaciones, básicamente algunas exigencias adicionales con relación a los maestros, a los ahorros voluntarios y otras modificaciones.

El funcionario aseguró que cuando la Sipen decidió sacar una resolución en 2012 (la 343-12) fue con el interés de reunir en una resolución todas las modificaciones que se habían hecho desde 2005. “Pero quisimos también hacer una modificación para resolver un caso que ha sonado mucho a través de los medios. Es el caso del señor José Nicolás Almánzar, quien ha estado pidiendo que se le devuelva su dinero. La resolución sería aplicable para muchas otras personas, pero cuando eso fue a las AFP éstas se opusieron, argumentando que los recursos que entran a las cuentas de capitalización individual son para pensión. Y si alcanzan para pensión, el trabajador tiene que recibirla, no importa el monto. Es ahí cuando el CNSS le dio ganancia de causa a las AFP y nos enviaron la resolución para que elimináramos la excepción que permitía devolver el dinero de un solo pago a los cotizantes de ingreso tardío”, reveló Gerónimo.

Aseguró que lo pautado en 2005 se ha aplicado rigurosamente en los siguientes nueve años, y dijo que por eso al 99.9% de los afiliados de ingreso tardío que han ido a las AFP a solicitar la devolución de sus ahorros se les ha devuelvo.
Informó que en 2005 se les devolvió el dinero por ese concepto a 817 personas, luego en forma acumulativa eso subió a 2,049 personas en el año 2006, después a 3,822 y ya va por 50,012 personas. A esa cantidad de afiliados de ingreso tardío al sistema se les han devuelvo RD$3,526 millones. El superintendente Gerónimo dijo que solo se ha otorgado pensiones a 19 personas, a las cuales el dinero les alcanzaba para eso. En el caso de Nicolás Almánzar, el dinero no le ha sido devuelto porque lo que tiene acumulado alcanza para asignarle una pensión y por eso la ley prohíbe que le entreguen todos los recursos de “un golpe”.

El problema es que la pensión que quieren asignarle a la persona en cuestión es baja, en comparación al dinero con que está acostumbrado y planificado a vivir. Y eso ocurre y ocurrirá con muchas otras personas, especialmente, si se toma en cuenta que la asignación de la pensión está establecida en picada. Es decir, que si en un año la persona recibe, por ejemplo, 15 mil pesos, luego recibirá 14 mil y seguirá bajando.

“La gente se queja porque las pensiones además de ser bajas, siguen bajando el monto cada año. Aquí hay un tema de negación de derecho a los afiliados de ingreso tardío que tiene que ser corregido también”, planteó el funcionario, respondiendo una pregunta formulada por el director de elCaribe, Osvaldo Santana, quien dirigió la entrevista.

Por parte del periódico participaron también Héctor Marte, jefe de Redacción de Apertura; Héctor Linares, Editor de la sección Dinero, y Sandra Guzmán, editora de elCaribe Digital. Joaquín Gerónimo explicó que la ley establece dos modalidades de pensión posibles para que el afiliado pueda optar por una de ellas. Se trata de la pensión de renta vitalicia y la de retiro programado. La de renta vitalicia consiste en que la persona se pensiona con un monto, que se va ajustando (en ascenso) en función de la inflación. La de retiro programado es una pensión que administran las AFP. Se otorga en función del comportamiento del saldo que va quedando en la cuenta de capitalización. La ventaja es que cuando la persona fallece, lo que queda en el fondo va a sus herederos, mientras que en la renta vitalicia si la persona fallece todo el dinero se queda en la compañía de seguro, porque la aseguradora asume lo denominado como riesgo de longevidad, es decir, si la persona dura mucho la compañía de seguro pierde. Si la persona muere pronto, la compañía de seguro se queda con el dinero, explicó Gerónimo.

El sistema será más difícil

Joaquín Gerónimo, arquitecto de profesión, fue directo al abordar cada punto tocado. “El Sistema de Pensiones es complejo y avanza hacia territorios de mayor complejidad. Es importante que los medios de comunicación y la opinión pública estén encima del tema tratando de dilucidar los diferentes aspectos y llevar información a la gente”, apuntó.

De los afiliados totales, incluyendo los de ingreso tardío han fallecido unos 53,000, es decir, que según el cálculo de Gerónimo, en el sistema deben quedar con esa condición unos 320,000.

El funcionario pronostica que en los próximos años se estará incrementando la cantidad de personas pidiendo la devolución de sus ingresos. Si los cálculos que hace cuajan, será difícil que las personas que aporten(ahorran) de manera extraordinaria y voluntaria puedan obtener todo el dinero junto cuando decidan retirarse. Esto así, porque está claro que en ese momento calificarán para una pensión mínima. Y es eso, lo que justamente no quieren muchos de los que comenzaron tarde a cotizar, por los bajos montos que se fijan para los beneficiarios, en comparación con el último salario que tuvo la persona.l

Ahorro voluntario puede servir para más

De acuerdo a las cifras que manejó Gerónimo en la conversación de ayer, los ahorros voluntarios apenas llegan a unos RD$1,000 millones, de un monto general de RD$275 mil millones que tienen los fondos de pensiones.

“De hecho, las personas han dejado de aportar dinero extraordinario para su pensión desde que quedó establecido que ese dinero iba a estar sumado a la cuenta de capitalización individual”, sostuvo Joaquín Gerónimo. Dijo que las AFP son partidarias de que se separe el ahorro voluntario del obligatorio. “Dentro de las modificaciones que pretendemos introducir a la Ley 87-01, para que la gente se sienta motivada a ahorrar de forma voluntaria, es que ese ahorro voluntario o extraordinario esté sujeto a un estatuto diferente”, indicó. Lo que se busca es que ese ahorro tenga una mayor tasa de retorno que beneficie más al propietario, especialmente cuando se pensione.

La Sipen propondrá que esos ahorros (los voluntarios) en el trayecto a la pensión puedan servirle y que éste pueda disponer para tres cuestiones puntuales: para primera vivienda, para salud y de educación universitaria o de posgrado (incluyendo de los hijos).

“Sería bueno que la persona, en caso de que no se le devuelvan todo el dinero, pueda conseguir al menos una pensión equivalente al 80 o 90% del último sueldo que tenía. Para algo hizo ahorros voluntarios con una previsión a futuro”, expuso el representante de la Sipen. Y reconoció que “el sistema está diseñado para ser aprovechado, sobre todo por los jóvenes.

El Fondo de Solidaridad tiene ya RD$23,000 MM

El superintendente de Pensiones habló de “puntos débiles” que tiene el sistema, pero resaltó también las bondades de éste. Citó, por ejemplo, que como en RD los salarios son bajos, y por consiguiente las cotizaciones también, fue creado el Fondo de Solidaridad Social. Este se alimenta con un porcentaje del salario (con el 0.4%) que no va a la cuenta del trabajador, sino al citado capítulo. “Ahí pone dinero todo el mundo, el que gana mucho y el que gana poco. El fondo tiene 23 mil millones de pesos y estará creciendo por los próximo 15 años porque solo podrá usarse cuando el primer afiliado llegue a las 300 cotizaciones y vaya a recibir su pensión, teniendo 25 años cotizando”, expresó. Significa que si en ese año, el dinero no le alcanza para una pensión mínima, el fondo le cubre lo que falta.

Visión
Si la persona tuviera una pensión de renta vitalicia, en vez de bajar subiría cada dos años, indexada por el índice de inflación del país”.

Se espera reforma
Parece ser que en la agenda legislativa de mitad de año estará el conocimiento de reforma de la Ley de Seguridad Social 87-01”.

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