Legisladores de los principales partidos políticos consideraron ayer que en el país se deben establecer mejores condiciones salariales en beneficio de los trabajadores.El senador Amílcar Romero calificó de indigno el salario mínimo que recibe un empleado privado, recursos que asegura no le alcanza para financiar las necesidades básicas de su familia.
El senador oficialista, representante de la provincia Duarte, sugirió un diálogo entre las partes involucradas para lograr una mejora salarial, discusión en la que espera se incluyan los empleados públicos.
“Se debe alimentar el diálogo entre los patronos, los obreros y el Estado a fin de llegar a una conclusión. El diálogo es importante porque pueden derivarse conclusiones favorables”, expuso.
Romero confió en que el Ministerio de Trabajo asuma su rol de equilibrio entre las partes involucradas tras señalar que los empresarios pueden aumentar los sueldos de sus empleados sin la necesidad de convocar al Comité Nacional de Salarios, ya que existen disposiciones que así lo establecen.
De su lado, el senador Tommy Galán advirtió que mientras los salarios sean bajos y no exista capacidad de compras, siempre habrá limitación en el crecimiento económico. “Es necesario darle más poder adquisitivo a las personas de menos ingresos. Si tenemos salarios sin ninguna fuerza y ningún poder adquisitivo, indudablemente tendremos una economía bastante limitada”, manifestó.
Diputado de PRD
Radhamés González, diputado perredeísta, llamó al Comité Nacional de Salarios a convocar a los empleadores y trabajadores para ponerse de acuerdo para un posible aumento salarial. “La mayoría de los empresarios hacen sus fortunas con los empleados y no quieren devolverle a sus empleados los que ellos se ganan con su sudor”, agregó González.
Apoyan propuesta del Presidente
Romero, Galán y González coincidieron y apoyaron los planteamientos del presidente Danilo Medina en el sentido de que con los niveles salariales actuales “no se puede vivir”, por lo que consideró que es hora de que los empresarios, los trabajadores y el Gobierno se sienten en la mesa del diálogo para hacer un reajuste de los sueldos tanto públicos como privados.
