En el país, la subcontratación de personas, terciarización, outsourcing, o el nombre que usted quiera usar de estos tres, está cada vez más en aumento.
La subcontratación de servicios significa que una empresa, por ejemplo, para librarse de tener cada día el “rompecabezas” de la limpieza y tener empleados para eso, contrata a otra empresa o firma para que se encargue de hacerlo. Esa empresa que ha sido contratada debe cumplir con mantener cada área del local con el más alto estándar de cuidado, y para eso usa una plantilla de empleados que se deben a ella, no al lugar donde están limpiando.
Es decir, si Cecilio Rosario decide no dejar en manos de empleados de su empresa de carnes el tema de la contabilidad, y en cambio decide contratar a otro negocio para que haga, “para que le lleve eso”, entonces Cecilio Polanco ha terciarizado esa función y ya puede “desentenderse” de ella.
Por tanto, Cecilio no tiene la responsabilidad de pagarle al profesional que lleva la contabilidad porque no es su empleado ni pertenece a su empresa, sino a la otra firma que él subcontrató. La responsabilidad de Cecilio en este caso es pagarle un monto (acordado) a la empresa subcontratada y es ésta quien paga a los empleados que ejercen la función.
Pero ocurre que sobre el tema surgen algunas preocupaciones, y una parte de ellas tiene que ver con la cuestión de la seguridad social y de los salarios. Por ejemplo, la Confederación Nacional de la Unidad Sindical (CNUS) sostiene que “en el país hay empresas que te dicen que poseen una cantidad equis de empleados, pero resulta que una gran parte de éstos son subcontratados. Por tanto, la empresa base (donde físicamente están esos trabajadores) no tiene responsabilidad de darles ni el doble sueldo, ni bonificación, ni pagarle seguridad social, porque esos empleados pertenecen a una firma de outsourcing o a varias distintas.
Es decir, que en una empresa o institución puede haber gente trabajando de varias firmas de outsourcing. El CNUS se refiere a que los agentes de seguridad que usted ve en muchos negocios es posible que pertenezcan a una firma subcontratada, los de limpieza a otra y los de contabilidad a una distinta, pero todos confluyen en un mismo lugar de trabajo. Eso indica que si se produce cualquier negociación o inconveniente que conlleve realizar algún reclamo, no es lo mismo negociar con trabajadores dispersos entre cinco contratistas, que hacerlo con un grupo de empleados de una sola empresa.
¿Quiénes buscan los servicios?
La subcontratación está presente a nivel de supermercados, en algunas instituciones públicas (como la Suprema Corte de Justicia y las distribuidoras de electricidad), farmacias y otros comercios. De hecho, con el auge de las redes sociales (Facebook, Twitter y otras herramientas), el manejo de éstas en una parte de las empresas de renombre está en manos de agencias que se encargan de eso. El presidente del CNUS, Rafael –Pepe- Abreu, informó a elCaribe que el sector sindical trata de que en una posible modificación del Código Laboral dominicano se establezcan controles sobre este tema, y de que algunas áreas no puedan (por ley) ser terciarizadas por las empresas.
El temor que tiene Abreu es porque “con esto de que eso no lo manejamos nosotros, sino otros que contratamos para que nos lo hagan, cuando ocurre un accidente laboral no siempre la empresa donde ocurre el evento quiere responder por el empleado. Y para colmo, la empresa subcontratista a la que sí se debe el trabajador afectado, no lo tiene registrado en la seguridad social para ese lugar donde se dio el accidente”.
Pepe Abreu se refiere a que a una persona una firma de outsourcing lo envía en la mañana a trabajar a un lugar y en la tarde a otro. Pero al final, para fines de seguridad social y accidentes laborales, el empleado figura en uno de los dos sitios donde ejerce su oficio. “Si el empleado tiene el accidente en el lugar que el subcontratista no lo tiene registrado, entonces no tiene cómo reclamar sus derechos laborales”, dice el sindicalista.
El sector sindical está tratando de parar áreas
La terciarización, según expertos consultados, permite a las empresas (cuando no tienen en sus hombros hacer ciertas labores) ahorrar costo y tiempo, que pueden dedicar para otros asuntos.
El sector sindical está proponiendo que en una modificación del Código Laboral se tomen medidas como se hizo, por ejemplo, en Uruguay, donde se eliminaron subcontrataciones, haciendo que las empresas reales (no las de outsourcing) asuman las cargas laborales.
Extendido
Subcontratar es una modalidad en la que incursionan hace un tiempo algunas embajadas extranjeras en la RD
