Este período de la vida no es una enfermedad, sino el resultado de la declinación de toda la capacidad del organismo, que nos hace más vulnerables a las enfermedades y a los accidentes.A partir de los 60 años de edad debemos tomar previsiones especiales con motivo del envejecimiento, que suele ir acompañado de cambios en la visión, la audición, la fuerza muscular, de la coordinación, de los reflejos, del equilibrio y de la osteoporosis en que los huesos se vuelven frágiles y pueden romperse fácilmente. He aquí algunas recomendaciones:
Mantenga la práctica regular del ejercicio físico, camine regularmente. Si no tiene fuerzas o le falta el equilibrio no tenga vergüenza en usar un bastón. Al caminar trate de mantener la cabeza y el cuerpo erguidos, mirar hacia adelante, no hacia el suelo, ni arrastrar los pies.
Procure que le hagan un buen examen de la vista y de la audición. Los trastornos auditivos son frecuentes a medida que avanza la edad, pero la gente no lo toma muy en serio. Trate de que le hagan una densitometría ósea.
No descuide su aseo personal diario. Tenga cuidado al usar las escaleras, caminar en superficies resbaladizas, húmedas o irregulares. Sujétese al pasamanos cuando utilice las escaleras, lleve las manos libres al subir y bajar, y si lleva algún objeto sujételo con una mano y con la otra agarre el pasamanos.
Limite el consumo de alcohol. Evite el aislamiento social y trate de mantener relaciones familiares armoniosas. La interacción social es uno de los mejores soportes para el balance emocional del envejeciente.
