Un ciudadano caminaba por una de las calles del sector del Distrito Nacional que hemos denominado “Pequeño Haití”, y asfixiado por los pestilentes olores que brotan de las cloacas y fluidos contaminados que corren por los contenes, en medio de toda clase de productos, incluso de alimentación, se queja, como en un monólogo, a media voz, pero claramente audible, de ese ambiente irrespirable. Y un mercader establecido en una acera le responde, suavemente también: -¿Y dónde tú crees que estás? ¡Esto es el Pequeño Haití! El hombre no respondió y se dijo: Pero esto también es la Capital, responsabilidad de Roberto Salcedo, del vecindario de la Zona Colonial.
El pequeño Haití
Un ciudadano caminaba por una de las calles del sector del Distrito Nacional que hemos denominado “Pequeño Haití”, y asfixiado por los pestilentes olores que brotan de las cloacas y fluidos contaminados que corren por los contenes, en medio…