Loma Miranda: una batahola en tres dimensiones

Todos están en la pelea: los que saben y los que no saben, los barbados y los lampiños, los que siempre ganan y los que pierden siempre, los comentaristas y los equilibristas y los terroristas, los ecólogos y los famélicos y los teólogos.…

Todos están en la pelea: los que saben y los que no saben, los barbados y los lampiños, los que siempre ganan y los que pierden siempre, los comentaristas y los equilibristas y los terroristas, los ecólogos y los famélicos y los teólogos.

Todos, absolutamente todos con su razón como espada flamígera e imbatible.

Sin embargo, poco se conoce (y mucho menos se ha tomado en cuenta) la versada opinión de los geólogos dentro de esta reyerta infinita. De ahí la importancia del informe –prácticamente ignorado- que dirigiera la Sociedad Dominicana de Geología, Inc. (SODOGEO) a la Comisión del Senado de la República cuando analizaba la investidura de Loma Miranda como Parque Nacional.

Ahora nos interesa traer ecuanimidad y equilibrio al debate. Las informaciones y los argumentos del extenso informe de la SODOGEO ofrecen, a nuestro juicio, una versada perspectiva acerca del tema hidrogeológico y ambiental de Loma Miranda. Con el objeto de que la población aprecie este inédito punto de vista, hemos ideado un interrogatorio: las preguntas son aquellas que circulan en las calles (formuladas por el autor de esta página); las respuestas, elaboradas con párrafos directamente extraídos del informe de la SODOGEO.

¿Cómo nace la idea del Parque Nacional Loma Miranda?

Las bases para la creación del Parque Nacional Loma Miranda surgen del Boletín Año 8, No. 16, julio 2012, de la Academia de Ciencias de la República Dominicana (ACRD).

De su lectura se puede interpretar que el móvil primario para la creación de dicho parque nacional es buscar un instrumento que obstaculice e impida el aprovechamiento de los recursos naturales minerales que existen en una parte de su subsuelo, basado en una abierta posición radical en contra de la actividad minera a cielo abierto.

¿Qué argumentos esgrimió la Academia?

El boletín (de la ACRD) brinda información de valor en términos de conceptos ambientales y ecológicos, así como de procesos de esta índole que ocurren en gran parte de la Cordillera Central, en donde se encuentra Loma Miranda. No obstante, se limita a su definición y amplia descripción, de manera meramente cualitativa y generalizada, mas no presenta respaldo cuantitativo, medición, ni evaluación objetiva o científica de los mismos, en especial en cuanto a los procesos hidrogeológicos y servicios ambientales.

Por otra parte, la amplia y emotiva definición de las condiciones ambientales que describe el documento, resultan ser de un área mucho más amplia de la Cordillera Central que aquella que ocupa Loma Miranda, de unos 42.7 km2, dentro de la cual, a su vez, se encuentra el proyecto minero con un área de unos 4.3 km2, es decir, 10.1% del área que se propone proteger.

Además, su posición radical y abierta de oposición a la minería, hace por igual que se magnifiquen y exageren sobremanera los posibles impactos de una operación que, por demás, no será realizada toda al mismo tiempo, sino por franjas limitadas de 0.3 a 0.5 km2, a diferencia del proceso de minado de otros frentes de Falcondo tales como Loma Peguera, Loma Ortega y Loma Caribe.

¿Es Loma Miranda ‘Madre de las Aguas’?

Las exageraciones que más han calado y confundido a la opinión  pública son las concernientes a la cantidad de agua que produce Loma Miranda, de la cual supuestamente se alimentan miles de dominicanos y se irrigan miles de tareas de cultivo del valle del Cibao Oriental, atribuyéndola de manera indirecta a la zona del proyecto minero de una superficie de solo 4.3 km2.

Atada a esta exageración está la de que el aprovechamiento de la riqueza mineral de parte de su subsuelo (cerca de un 10.1% del área que se propone como parque nacional) eliminaría toda esa agua, o que en su defecto la contaminaría totalmente con sales de cromo y otros metales pesados que afectarían las más de 122,000 tareas de cultivo y los acueductos de los pueblos y comunidades que se abastecen de la presa de Rincón, extrapolando además esta contaminación a toda la cuenca hídrica del Camú-Yuna. Concepto francamente exagerado ya que la única fuente de agua permanente en el área de proyecto de Loma Miranda es el río Jagüey, cuyo caudal promedio anual a la altura de la autopista Duarte es de 1.00 m3/s, el cual resulta insuficiente para irrigar menos de la décima parte de lo que le atribuye el citado boletín.

Además de que la presa de Rincón está sobre el río Jima, cuyos principales afluentes son los ríos Jatubey, Jayaco y La Hormiga (INDRHI), los cuales no nacen en Loma Miranda sino en el área de El Abanico de Constanza.

Por otra parte, la medición  de la concentración   natural  de  cromo  citada en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) en el yacimiento  de Loma Miranda  es de 0.005 mg/litro. Y el valor promedio obtenido  en  muestras de las aguas de escorrentía que salen de Loma Caribe, Loma Peguera y Loma Ortega, después de 40 años de extracción, es de 0.033 mg/litro. Ambos valores, cabe destacarlo, están por debajo de la normativa ambiental (NA-AG-001-03, 2013) que es de 0.05 mg/litro.

¿Tierra aplastada en Loma Miranda?

En cuanto  al proyecto minero, el Boletín No.16 de la ACRD plantea exageraciones y procesos que no se corresponden con la realidad.  Entre ellas, que toda la vegetación de Loma Miranda sería totalmente eliminada, y que toda la montaña sería aplanada a causa del proyecto minero, con la consecuente destrucción de todos los ecosistemas, la topografía y la orografía, de tal modo que se eliminaría el “muro” natural responsable de obstaculizar los vientos alisios y provocar la lluvia.

Afirmaciones y exageraciones de tal magnitud reflejan un profundo desconocimiento por lo menos del proyecto minero. Evidentemente, informaciones erradas y exageradas de esta magnitud, manejadas como  verdad absoluta (aunque falsas) y de manera emotiva, generan la oposición de cualquier dominicano con un mínimo de amor a su tierra. Como consecuencia de ello se pierde  de vista el importantísimo aporte  económico y social, directo e indirecto, que representaría  por al menos dos décadas el aprovechamiento racional y responsable de dicho recurso natural, que es patrimonio de toda la nación dominicana, para ponerlo  al servicio de su desarrollo.

¿Cuál es el punto de vista de la Sociedad Dominicana de Geología?

La Sociedad Dominicana de Geología (SODOGEO) entiende que los recursos geológicos, en este caso minerales, son fundamentales y estratégicos para el desarrollo de la nación. Al igual que toda actividad humana de aprovechamiento de recursos naturales, tales como la agricultura, ganadería, industria, turismo, etc., el aprovechamiento de los recursos minerales también genera impactos. Y como todos los impactos, estos son medibles, cuantificables y deben ser mitigados.

¿Qué opinión les merece el Estudio de Impacto Ambiental y el informe del PNUD?

El Estudio de Impacto Ambiental (EIA) es la herramienta multidisciplinaria aceptada mundialmente para la evaluación de los impactos de un proyecto, y como resultado del mismo surge el Plan de Manejo y Adecuación Ambiental (PMAA) como instrumento de mitigación que debe ser incorporado al proyecto.

El informe del PNUD, que no es un estudio de impacto ambiental, sino una evaluación del Estudio de Impacto Ambiental presentado por Falcondo, concluye que dicho estudio presenta deficiencias, al igual que los Términos de Referencia (TdR) emitidos por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales para la elaboración de dicho estudio. Esto quiere decir que se pueden mejorar, tanto los TdR como el EIA, y no que el proyecto sea técnica ni ambientalmente inviable. Es un llamado a hacer una evaluación más completa y profunda del caso.

¿Cuáles son las conclusiones del informe de la SODOGEO?

Se concluye, pues, que las bases sobre las que descansan los argumentos para crear el parque nacional de Loma Miranda no son objetivas, no son imparciales y no son absolutas. Están fundamentalmente basadas en un reporte técnico que carece de solidez científica para determinar la viabilidad ambiental y económica de un proyecto minero que beneficiaría a gran parte de la población de la República Dominicana por más de dos décadas.

El valor ecológico de Loma Miranda no tiene por qué ser contrario al aprovechamiento de la riqueza de una parte de su subsuelo. Por el contrario, Loma Miranda puede aportar muchísimo más valor a la nación haciendo un aprovechamiento racional, correcto y coexistente de todos los recursos que ella ofrece. Hoy en día existen los mecanismos para hacerlo, a través de una minería responsable y un Estado supervisor y transparente.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas