Las organizaciones comunitarias de Rafey iniciaron un plan contra la delincuencia que incluye la instalación de lámparas para iluminar las zonas vulnerables y la colocación de cámaras de seguridad.
A esas medidas se suma la creación de grupos de vigilancia nocturna para enfrentar a los ladrones que durante un largo tiempo han sido los amos y señores de la barriada ubicada al suroeste de Santiago.
En total, han instalado 43 lámparas distribuidas en las zonas consideradas más vulnerables. Para comprar las luminarias, los moradores aportaron entre 40 y 50 pesos por familia. Para completar el alumbrado faltan aún 15 lámparas.
Además contemplan la colocación de doce cámaras de vigilancia en lugares considerados de mayor riesgo.
Álvaro Sosa, vocero del grupo, dijo que las medidas preventivas asumidas por la comunidad de Rafey han tenido un éxito tal que ya dirigentes de otras barriadas se han acercado para replicarla.
“Para contar con algunas cámaras, ya estamos preparando una fiesta pro fondos”, refirió Sosa.
El programa comunitario también ha permitido la reconstrucción de dos casas que resultaron destruidas durante un incendio. En total, son siete las instituciones de la comunidad denominadas unidas para vencer.
“En principio asumimos el diálogo advirtiendo que no permitiremos ni que vendan drogas ni que atraquen en las calles, luego para los que se negaron a dejar esas acciones, recurrimos al código de barrio y lo expulsamos”, indicó Sosa al hablar con reporteros de elCaribe.
Aseguró que la delincuencia ha sido controlada hasta ahora, debido a que cuentan con supervisores de calle en toda la comunidad.
La comunidad también se ha integrado a fumigar para prevenir brotes de enfermedades.
Dicen que la única ocasión que solicitaron ayuda a la policía para el patrullaje, éstos le dieron como respuesta que debían comprar una motocicleta para asignarla a los agentes.
