Siete nuevos inmortales del deporte dominicano

El Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano le dio ayer la bienvenida a siete nuevos inmortales, gracias a sus trayectorias y logros alcanzados en el deporte. Moisés Alou y Ramón Martínez, en béisbol; Teresa Durán y Alejandro Tejeda, en baloncesto

El Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano le dio ayer la bienvenida a siete nuevos inmortales, gracias a sus trayectorias y logros alcanzados en el deporte. Moisés Alou y Ramón Martínez, en béisbol; Teresa Durán y Alejandro Tejeda, en baloncesto; Andrea Hernández, en judo; Josué Polanco, en softbol, y el doctor José Joaquín Puello Herrera, como propulsor, fueron elevados a la inmortalidad durante un acto en el que los sentimientos afloraron entre los reconocidos.

“Nunca pensé que iba a estar en el Pabellón de la Fama cuando inicié mi carrera en el baloncesto, hace 35 años”, recordó Durán. “Es una emoción muy grande la que siento en el día de hoy por estar junto a grandes deportistas y personalidades que han aportado mucho al deporte dominicano en su historia.

Mi gratitud desde lo más grande de mi corazón a mi Dios Todopoderoso y al sector de Guachupita por acogerme por mucho tiempo en su equipo de baloncesto”, agregó.

Teresa, quien tuvo de edecán a Carlos Ramírez Cabrera, inició su carrera en el baloncesto en 1977, en la categoría minibasket, impresionando de inmediato por sus grandes dotes para el deporte del aro y el balón. En corto tiempo se convirtió en pieza clave y permanente del seleccionado de baloncesto femenino de República Dominicana, paseando su talento en certámenes internacionales.

De su lado, Alou fue exaltado por sus relevantes méritos deportivos durante su carrera en el béisbol profesional, así como por su ejemplar conducta ciudadana.

“Le doy las gracias a Dios por darme el talento para jugar béisbol. También le agradezco a mi madre, a papá, quien no se encuentra conmigo presente, a mi tío Jesús y a mi esposa, así como a todos aquellos que me acompañaron en la jornada de ser, primero un buen ciudadano, y después un buen atleta”, expresó Alou, quien tuvo a Pablo Neftalí Cruz como edecán. En tanto que Martínez, con la  compañía de Eleodoro Arias, agradeció al comité del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano por inmortalizarlo, gracias a su brillante carrera en las Grandes Ligas, en especial con los Dodgers, organización a la que perteneció por 11 años.

“Este reconocimiento se lo dedico a mis padres por la educación que nos dieron. Por el concepto de familia, tanto a mí como a mis hermanos. Mi gratitud eterna para el señor Rafael Ávila y a Elvio Jiménez, así como a mi mentor el exlanzador Eleodoro Arias. Esto es algo increíble. Y a la juventud que siga por el buen camino, que todo se puede”, expresó el exjugador. Martínez logró marca de 135 victorias en 14 temporadas en las Mayores. Su mejor campaña fue en 1990, cuando finalizó la temporada con 20-6 y  promedio de carreras limpias en 2.92.

Dedicó exaltación a su hijo
Uno de los momentos de mayor emotividad fue cuando el doctor José Joaquín Puello Herrera, que se hizo acompañar del presidente del Comité Olímpico Dominicano (COD) Luis Mejía Oviedo, hizo mención especial de su hijo Oliver Puello, quien falleció hace varios años en un accidente de tránsito. “Quiero reconocer a un gran atleta, que fue nadador, un buen velerista, un buen alpinista, que pensó que le quedaba una gran cumbre por escalar: a mi hijo Oliver, que está allá arriba”, sostuvo Puello Herrera, quien se observó compungido tras recordar la muerte de su vástago de 23 años.

Homenaje
El ceremonial estuvo dedicado al lanzador de los Mets de Nueva York, Bartolo Colón, por haber alcanzado este año la cifra de las 200 victorias en las Grandes Ligas, uniéndose a Juan Marichal y Pedro Martínez como los dominicanos con ese registro. Colón se hizo acompañar de Winston –Chilote- Llenas, presidente ad-vitam de las Águilas Cibaeñas y vicepresidente de la Liga Dominicana de Béisbol (Lidom).

“Este agradecimiento quiero dedicárselo a mis padres, en especial a mi madre, quien ya no está conmigo y ella sabe que me hace mucha falta”, expresó Colón, quien finalizó la temporada con marca de 15-13 y efectividad de 4.09. De igual manera, fue reconocido Vinicio –Güini- Santana, único sobreviviente del primer ceremonial, celebrado en 1966. Güini Santana nunca ha fallado a un ceremonial desde su exaltación. También fue distinguido el tenista Víctor Estrella, primera raqueta nacional, por su destacada participación en los torneos Grand Slam de Wimbledon y el US Open. Fue representado por Príamo José Fernández.

Asimismo, fue homenajeada la selección nacional de voleibol femenino, por su gran participación en el Mundial de Italia y por finalizar entre las mejores seis del mundo. Marien Fersola, Gina Mambrú, Bethania de la Cruz, Rosalín Ángeles, Cándida Arias, Annerys Valdez, Nivelka Marte y Brayelin Martínez, junto a Cristóbal Marte, recibieron el reconocimiento de manos del Comité Permanente del Pabellón de la Fama, encabezado por su presidente, Luis Scheker Ortiz.

“Gracias a todos por el apoyo recibido mientras nos encontrábamos en Italia. Representamos dignamente al país en este importante”, dijo Mambrú. El abanderado nacional fue el boxeador Juan Carlos Payano; los atletas María Gabriela Brugal Cassó y Alejandro Prats, de ecuestre y boliche, portaron el laurel y el machete, respectivamente; la invocación estuvo a cargo del Nuncio Apostólico, Jude Thaddeus; el mensaje de la prensa deportiva por Rubén de Lara, mientras que el poema fue declamado por César Medina. l

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