Los dominicanos nos desenvolvemos en medio de una dinámica social contrastante muy desafiante: padecer los efectos y agobios derivados de los graves problemas nacionales al tiempo de perseguir la legítima aspiración humana de vivir en alegría y salir adelante. Mayormente tendemos a manejar esa cotidianidad dual propendiendo más a escapar que a cooperar, bajo la premisa de “hacer cada uno lo que pueda para salvarse”. Esa postura entroniza el individualismo, la corrupción y otros falsos valores que impiden a nuestra sociedad avanzar. Hablamos mucho de “arreglar” el país pero eso pasa esencialmente por “arreglarnos” primero cada uno, en el sentido de contribuir a una mejor colectividad en lo que esté a nuestro alcance, aun mínimo. ¡Arreglemos!
Arreglar el país
Los dominicanos nos desenvolvemos en medio de una dinámica social contrastante muy desafiante: padecer los efectos y agobios derivados de los graves problemas nacionales al tiempo de perseguir la legítima aspiración humana de vivir en alegría…