La rutina era que algunos guardias retirados que siempre fueron políticos pasaran a formar parte de los partidos o que se inscribieran en el PNVC, pero hace mucho que esa agrupación pasó a manos civiles.
Algunos han formado sus partidos, y parece que funciona, porque aunque no tienen trascendencia, sus jefes muestran un sentido práctico de la política. De ellos aprenden los choferes o los ahora empresarios del transporte, que siempre fueron políticos.
No sólo tienen sus filiaciones tradicionales, también forman partidos. Blas Peralta y el Partido de la Esperanza Nacional (PEN) y Antonio Marte, con “Primero la Gente”, bajo el viejo influjo peñagomista.