El olfato es un sentido directo. La habilidad para oler es uno de nuestros más cruciales sentidos, también puede influir en lo que bebemos, comemos y las personas y ambiente en que nos desenvolvemos. Cuando respiramos, las partículas microscópicas que olemos chocan con el epitelio olfatorio, una membrana mucosa de la cavidad nasal que tiene millones de neuronas receptoras del olfato. Cada célula sensorial está cubierta de cilios o filamentos que reaccionan a los olores y envían señales al nervio olfatorio que, a su vez, envía la información al “bulbo olfatorio”, centro del cerebro donde se procesan los olores, lo que permite percibir el olor. Los humanos podemos reconocer hasta 10,000 olores diferentes; pero puede que 2 personas no perciban exactamente lo mismo.
Las mujeres tienen más habilidad para percibir los olores, pueden oler mejor que los hombres. Las mujeres son capaces de reconocer a sus bebés por el olor tan solo a unos días del nacimiento.
La nariz también participa en la percepción del gusto. Las papilas gustativas solo distinguen el sabor dulce, el agrio, el amargo y el salado, los demás se perciben por el olfato.
El olfato mejora a través del día. Cuando despertamos el olfato es mucho menos agudo que por la tarde. El olfato alcanza su potencial máximo a los ocho años, no aumenta después de la niñez; pero se sabe que el sentido del olfato se reduce a medida que envejecemos. Aunque se necesitan más estudios, hasta ahora se considera que es falso el mito, muy común, de que los ciegos tienen más habilidad para percibir los olores.
Los seres humanos tenemos unos 5 millones de células olfativas en la nariz, mientras que por ejemplo, los perros tienen unos 200 millones, es la razón por la que estos y otros animales tienen un área mayor para percibir un rango más amplio de olores, y por eso usan más el sentido del olfato. En 2014 la revista Selecciones publica un informe de investigadores italianos que adiestraron 2 perros pastor alemán para diagnosticar el cáncer de próstata olfateando muestras de orina de enfermos. Los perros identificaron, y acertaron, en un 98% el diagnóstico del cáncer de próstata, y solo tuvieron 3% de casos positivos falso. Recientes estudios prueban que hay receptores olfativos en toda la piel y en otros órganos del cuerpo humano.
