Santiago. Bajo el lema “Nos somos invisibles ni somos fantasmas, somos niños que requerimos de mayor ayuda y protección”, 282 menores solicitaron ayer mayor respaldo del Gobierno. Los 282 menores del programa “Niños con una esperanza” protestaron junto a sus padres en el parque Duarte, con una concentración en la que piden a las autoridades gubernamentales que le den para cubrir sus necesidades.
La actividad encabezada por el pastor Pablo Ureña, director del programa, dijo que a pesar de que llevan más de una década trabajando con menores rescatados como buzos del vertedero de Rafey, ni siquiera han sido incluidos en el presupuesto de la nación.
Los niños acudieron vestidos de negro y verde, algunos en señal de luto o evocando la idea de un mejor futuro.
Recientemente, el pastor Pablo Ureña inició una jornada de búsqueda de apoyo que incluyó visitas a legisladores de esta provincia para que incluyeran a esa entidad en el presupuesto nacional. “Lo que estamos haciendo, es visibilizar una realidad para que sepan que existimos y que hacemos una labor que requiere de más ayuda”, manifestó Ureña.
El religioso refirió que una ayuda que podría ser beneficiosa es que sean nombrados algunos integrantes del personal de los 22 que trabajan en este programa.
Además de ofrecer educación, desayuno, comida y merienda a los menores, ahora imparten cursos técnicos para las madres. En la actividad participaron Domingo de Prat, del Consejo Nacional de Drogas, y Víctor Bretón, del Frente Amplio de Lucha Popular, quienes respaldaron la iniciativa en favor de los niños.
Entienden que se requiere de políticas públicas que permitan mejorar la situación de los menores y más en comunidades de zonas vulnerables como el sector Cienfuegos. Bretón apeló a la sensibilización del Gobierno para que apoye esta causa. Cienfuegos cuenta con 43 barrios y una población que ronda los 200 mil habitantes. En los estudios sobre pobreza figura con uno de los mayores índice de desigualdad social.
