Júbilo y esperanza

“¡Para un regalito navideño!” exclamé contenta, al llenar el tanque de gas de cocinar el martes por 300 pesos menos que la anterior vez. También estoy casi llenando el tanque de gasolina de mi carro con la misma cantidad de dinero que unas…

“¡Para un regalito navideño!” exclamé contenta, al llenar el tanque de gas de cocinar el martes por 300 pesos menos que la anterior vez. También estoy casi llenando el tanque de gasolina de mi carro con la misma cantidad de dinero que unas semanas atrás alcanzaba para algo más de la mitad. Si durante 2015 los precios de los combustibles continuaren en baja y ésta se reflejare en todos los bienes y servicios, como Dios manda, los presupuestos familiares verían significativa revalorización. La mejorada capacidad de consumo estimularía la actividad económica, para beneficio de la población, producción y fisco. Llama a optimismo esta coyuntura de desplome petrolero. Siempre y cuando no la desvirtúen afanes de lucro oportunistas. 

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