“Palcos VIP parte atrás”, una mirada diferente del Tetelo

Para ellos son los mejores asientos del mundo. Siguen a su equipo en cada juego, máxime ahora que se encuentran en la final, con una vista única en su clase. ¡Ah! Es gratis.

Para ellos son los mejores asientos del mundo. Siguen a su equipo en cada juego, máxime ahora que se encuentran en la final, con una vista única en su clase. ¡Ah! Es gratis. Les llaman los “Palcos VIP parte atrás”, techos de varias casas ubicadas en la calle F del barrio Restauración que quedan en la parte trasera del jardín central del Estadio Tetelo Vargas en San Pedro de Macorís, la casa de las Estrellas Orientales que compiten por el campeonato con los Gigantes del Cibao.

Allí se congregan entre 50, 70 y hasta 100 personas para observar los encuentros de los verdes. Se les permite llevar su silla o acomodarse en el duro piso de la cubierta. Coinciden damas, caballeros, niños y niñas que se gozan la acción.

“Desde el 98 se nos facilitó más la vista porque el ciclón (George) tumbó unas torres y un muro que no nos permitía ver los juegos como ahora”, dice Víctor Solís, de 35 años, quien desde los 14 años visita la zona para ver los juegos.

“Esto es mejor que cualquier asiento allá adentro”, agrega en referencia al parque. “He visto muy buenos juegos aquí arriba”.

El Tetelo Vargas, inaugurado en 1959, tiene capacidad para cerca de seis mil personas y caben cerca de ocho mil cuando está vendido a toda capacidad. En sus graderías caben cerca del 60 por ciento de los visitantes.

Ver a figuras

“Este año pude ver a Manny Ramírez. Eso para mí fue algo extraordinario”, dice Solís mientras conversa con elCaribe desde la parte superior de la casa número 15, propiedad de Iverys Astacio, cuya sobrina Medelín Astacio, joven corpulenta y ataviada con un pantalón blanco, supervisa que nadie rompa las reglas.

La primera planta de la casa está alquilada. Se llega al segundo piso, pintado de amarillo e incluye un baño para los visitantes, sin problemas, pero para arribar a la azotea hay un toque de aventura: hay una escalera de metal prácticamente vertical y consta de siete peldaños con alambres de púas bien cerca. Un descuido y hay problemas.

Claro, eso es para los visitantes. “Ya estamos acostumbrados”, dice René Guzmán, quien estuvo acompañado por sus hijos Ryan y Jatna, además de su sobrino Elijah. Presentes en la zona botellas de cerveza y de ron para los adultos. “Eso es parte de la diversión”, comenta Lady George, familia de los propietarios de la vivienda contigua al “Palco VIP”, donde se aglomera otra cantidad de personas. Estos palcos ofrecen una experiencia fuera de serie. 

Entre Tony Fernández y matas de limoncillo

El más conspicuo de los visitantes a la zona detrás del Tetelo Vargas es Tony “Cabeza” Fernández, quien se crio por la zona y desde las verjas del estadio observaba las prácticas del equipo verde. elCaribe pudo constatar cómo en unas matas de limoncillo había fanáticos viendo el juego. Parecen artistas de circo por su equilibrio. En otra vivienda, la número 12, un grupo menor de fanáticos pujaba a las Estrellas desde un tercer piso convertido en grada.

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