David Ortiz: “Quiéranme, ódienme, pero no soy un mentiroso”

“Digan lo que quieran sobre mí. Quiéranme, ódienme. Pero no soy un mentiroso. Nunca he tomado esteroides con conocimiento de causa”, así se pronuncia David Ortiz en un artículo redactado por él, intitulado The Dirt, para la página “The Player

“Digan lo que quieran sobre mí. Quiéranme, ódienme. Pero no soy un mentiroso. Nunca he tomado esteroides con conocimiento de causa”, así se pronuncia David Ortiz en un artículo redactado por él, intitulado The Dirt, para la página “The Players Tribune”. Ortiz, con una redacción en primera persona, como es el estilo del referido portal, sale en su defensa sobre los tantos rumores que le han acompañado desde 2009, cuando se hizo pública una lista de alegados consumidores de esteroides dentro de los que se encontraba.

“Si alguna vez di positivo fue por algunas pastillas que compré en una bendita tienda. Si ustedes creen que eso arruina todo lo que hecho en este juego, no puedo hacer nada para convencerles”, escribe el dominicano en el largo documento que se conoció ayer .

Es inmortal

El designado de los Medias Rojas de Boston dice que se considera un inmortal de Cooperstown, aunque muchos periodistas no lo entiendan así.

“Claro que merezco estar en el Salón de la Fama. He ganado tres Series Mundiales desde que se instauró el sistema de pruebas contra esteroides. He hecho mi trabajo año tras año. Pero si un grupo de periodistas que nunca han hecho un swing con un bate me quieren decir que no vale la pena, está bien. ¿Pero por qué escriben mi legado?”, dice David, quien se considera el jugador que más pruebas de esteroides le han hecho.

“Marquen mis palabras: nadie en la historia de las Grandes Ligas ha sido examinado contra esteroides más que yo. ¿Saben cuántas pruebas me han hecho desde 2004? Más de 80. Dicen que estas pruebas son al azar. Si en verdad es así, empezaré a jugar la bendita lotería. Algunas personas piensan que las pruebas son un relajo. No lo son. Diez veces por temporada llega el personal con sus maletines. Nunca he fallado una prueba de esas ni tampoco lo haré”, señala.

Hablando de pruebas, David inicia su entrega con una anécdota de una que le fue realizada en su casa en la República Dominicana a una hora que jamás pensó que podría hacerlo.

“Ya estaba listo para dispararle a alguien. Literalmente. Dormía en mi casa en la República Dominicana en este invierno cuando escucho a alguien tocando mi puerta a las 7:30 de la mañana. Ahora, cuento con seguridad. Mis hijos y mi esposa duermen. No esperaba a nadie. ¿Quién rayos toca mi puerta? Bajo las escaleras como quien dice ¿quién diablos está ahí? Veo en la cámara de seguridad y son dos norteamericanos que cargan unos maletines. Me imaginaba lo que cargaban. Envases para orina y grandes agujas. La MLB los mandó de vacaciones a mi isla. Vaya trabajo. Así que abrí la puerta”, recuerda Ortiz a The Players Tribune, en su contribución como “Editor At Large”.

“Perdón por la interrupción, pero necesitamos tomar unas muestras. Los veo como quién dice ´¿a las 7:30 de la madrugada. ¿En Serio? Ellos entran con sus equipos y comienzan a sacarme sangre en la cocina. Mis hijos están tan acostumbrados a esto que se la pasan riendo y tomando fotos. No es nada nuevo. Uno me inyecta y el otro me pone tema, diciéndome que es de Colorado.

“-Es cálido aquí- me dice. Les digo que no sabía que venían y que debían tener más cuidado porque esto es República Dominicana. La respuesta que recibí es que solo hacemos nuestro trabajo. Les digo, pues déjenme decirles algo, lo único que encontrarán en mi sangre es arroz y habichuelas”.

David, en la extensa nota, reiteró en varias ocasiones que nunca ha tomado nada que viole las reglas. “Todo el mundo me mira como un consumidor de esteroides porque reprobé un examen en 2003. Pero en ese entonces todos los jugadores tomaban suplementos legales”, redactó. David señaló que aprueba por completo el nuevo sistema de dopaje. “Está bien que limpien el juego. Si agarran a uno consumiendo esteroides ahora que todos sabemos las reglas y hemos sido educados sobre lo que tienen los suplementos, olvídense de 25 o 50 juegos, Suspéndalo por un año. No me importa, porque yo no los tomo”. 

Solo le importa que sus hijos sepan la verdad

“Les diré lo que me importa. Después de que salieran las noticias (sobre el supuesto examen que falló) jugamos en Texas y me vociferaban ´¡tramposo,  tramposo!´ Mi familia estaba en las gradas y después del partido, ya en el hotel mi hijo lloraba y me dice, ´¿papi, por qué te decían tramposo? ¿Eres un tramposo?´ Como padre nunca estás preparado para ese momento. Lo miré a los ojos y le dije que no era un tramposo. En 75 años, ya muerto, no me importa si no estoy en el Salón de la Fama. No me importa si un grupo de periodistas sabe quien verdaderamente soy y lo que he hecho en el juego. Me importa que mis hijos sepan la verdad”.

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