Tenemos más que pan

Es poco probable que el Instituto Nacional de la Diabetes o algún médico en particular declare que el pan es una de las causas eficientes para que en la República Dominicana haya más de un millón de diabéticos. A lo sumo, podrían afirmar que…

Es poco probable que el Instituto Nacional de la Diabetes o algún médico en particular declare que el pan es una de las causas eficientes para que en la República Dominicana haya más de un millón de diabéticos. A lo sumo, podrían afirmar que la obesidad, la vida sedentaria, y en general, la mala alimentación a base de carbohidratos, influye decididamente para que más personas padezcan una enfermedad tan terrible como esa.

El producto a base de harina elaborada, de más fácil acceso para el consumo humano, por su adaptación, transportación, conservación y combinación con otros alimentos e ingredientes, entra en la lista de riesgo para aquellas personas que tienen propensión a subir de peso.

El pan, delicioso en sus múltiples presentaciones, no tiene que estar necesariamente en la mesa. Por eso, en alguna medida habría que dejar que los panaderos jueguen a la ley de la oferta y la demanda. Nadie está obligado a comer pan.

Es bueno que entendamos que la materia prima que viene del trigo es importada. Se compra en dólares en otros países. Los dominicanos nos olvidamos de que aquí no se produce y en consecuencia estará sujeta a los vaivenes cíclicos de los insumos importados.

Total, hay tantas alternativas en la oferta alimenticia dominicana y no vemos por qué haya que morirse si no se come pan.

Por la gracia de Dios hay tantas maneras de sustituirlo. Con una yuquita, unos platanitos, guineítos, rulos, ñames, auyamas, batatas, apio de cepa, papas. Y al final: a falta de pan, casabe. Casi tenemos de todo.

Claro, es verdad que nuestros bastimentos tienen que pasar por el fuego, y hay que trabajar más. Eso va contra la cultura de la “comida rápida”. Pero los productos de nuestra tierra responden mejor a los estándares de la alimentación sana. Claro, con un sentido de equilibrio, porque todos lastran los carbohidratos.
Pero de todas formas, y es lo importante, hay cómo disminuir o sustituir la ingesta de pan. Tenemos mucho más que pan. 

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