Nuevas viviendas han ido “alargando” a la capital dominicana

Si usted es de los que conoce la capital del país desde hace varios años notará que ésta se ha ido “alargando”, si se toma en cuenta que ahora hay muchos más viviendas, en espacios donde antes solo se observaba tierra o algunos sembradíos.

Si usted es de los que conoce la capital del país desde hace varios años notará que ésta se ha ido “alargando”, si se toma en cuenta que ahora hay muchos más viviendas, en espacios donde antes solo se observaba tierra o algunos sembradíos.

El crecimiento podría decirse que va más o menos como un “barrido parejo”, es decir, por distintos lados en el Gran Santo Domingo. Hay proyectos habitacionales por Santo Domingo Oeste (por ejemplo, en la prolongación de la avenida 27 de Febrero), por Los Alcarrizos, por las inmediaciones de la avenida Jacobo Majluta y por Villa Mella (Santo Domingo Este), entre otros lugares.

El crecimiento no es casual, va respondiendo a una demanda que crece cada día en República Dominicana y que genera, incluso, ciertas preocupaciones, especialmente porque ese crecimiento está absorbiendo terrenos que tienen vocación agrícola.

Héctor Bretón, presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Viviendas (Acoprovi), y director de Proyectos de CP Construcciones Planificadas, dijo a elCaribe que, según el Estudio de Ofertas y Demanda (EOD) realizado en el año 2013, para el 2012 la oferta por parte de los constructores era de unos 675 proyectos para un total de 10,500 unidades habitacionales.

Los que incursionan en la actividad, de acuerdo a las estadísticas del EOD, están proporcionando por año 36,000 soluciones habitacionales, de las cuales 16,000 son del sector formal. En los últimos tiempos, luego de superada la crisis de 2007 y 2008, en el mercado inmobiliario se ha visto que la construcción mantiene un crecimiento anual aceptable, dicen los conocedores del negocio y gente que tiene “un termómetro” sobre lo que ocurre o deja de ocurrir en esa actividad.

En el año 2014 el crecimiento de la construcción, en general, fue bastante importante y el impacto en el producto interno bruto superó (PIB) el 14%, asegura Fermín Acosta, presidente de Crisfer Inmobiliaria. “Para 2015 se espera estabilidad en la economía y en la construcción de viviendas se espera un aumento importante, especialmente porque los esquemas de sociedad entre el Gobierno y el sector privado (como es el fideicomiso República Dominicana que este año construirá el proyecto Ciudad Juan Bosch) son positivos”, apunta Acosta.

Entre las empresas que se mantienen activas construyendo figuran: Vinsa, Bisonó, Apaña Ricard y Asociados, Manuel Cabrera, Crisfer Inmobiliaria, CP Construcciones Planificadas, Carvajal Polanco y Asociados, INGASA. Si una persona hace un recorrido fuera del centro de la capital se encontrará proyectos en Los Girasoles, por el kilómetro 14 de la autopista Duarte (la que conduce de la capital al Cibao) y en otros puntos geográficos. Fuera de la capital se conocen varias “ciudades satélites”.

Por definición, una ciudad satélite es aquella cuyo rango inferior dentro de una aglomeración urbana la hace depender de una ciudad principal, a cuya área de influencia pertenece. Sus habitantes satisfacen en ellas sus necesidades primarias, mientras que las de un determinado nivel las satisfacen en la ciudad central.

De acuerdo a los números ofrecidos por Acoprovi, sustentados en el EOD, las viviendas con valor de entre dos y cuatro millones representan el 17% de la oferta, aquellas que tienen valores menores a dos millones de pesos representan el 16%. En el caso de los que se cotizan entre cuatro y seis millones, representan el 9%.

Usuarios han tenido poco beneficio de eso

Un estudio de 2013 indica que del total de la demanda de vivienda potencial ampliada (que era entonces de 908,000), solo 370,000 hogares realmente estaban buscando vivienda, porque el resto no podía hacerlo por carencias de recursos. En detalle, de esos 370,000 solo 143,900 realmente podían acceder a una vivienda. Y de esos, el 43% buscaba viviendas de menos de un millón y el 22% de ellos buscaba aquellas que tuvieran un precio de 2.5 millones de pesos. Cuando se le preguntó a Héctor Bretón, qué tanto ha ayudado a las empresas y a los usuarios la Ley de Fideicomiso, éste respondió así: “Muy poco”. Dijo que en 2013 la mayoría de los beneficiarios con el bono de la vivienda fueron por decreto (unos 400) y por la vía de la Ley del Mercado Hipotecario quizás unas 50 familias.  

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