Las expectativas de progreso y modernidad que en su momento despertó la construcción de la primera línea del Metro en Santo Domingo Norte (SDN) se han quedado cortas, y a seis años de entrar en funcionamiento, es poco lo que puede exhibir la demarcación en términos de crecimiento económico y urbanístico.
Si bien es cierto que el servicio de trenes ha supuesto una solución al problema de transporte para miles de sus habitantes, los taponamientos continúan siendo uno de los principales problemas del municipio, creado hace catorce años, cuya población, incluyendo el distrito municipal de La Victoria, era de 529,630 habitantes, situándose como el cuarto más poblado del país, según el último Censo realizado en 2010.
La construcción de un nuevo puente sobre el río Isabela, paralelo al Francisco J. Peynado, que sirva para mejorar la conectividad con el Distrito Nacional, es una de las necesidades perentorias que a juicio del actual alcalde Francisco Fernández deben ser atendidas por el Gobierno central en una localidad de acentuados contrastes.
Desde que los enormes pilares que sostienen los rieles por donde transitan los vagones del Metro desaparecen, en la intersección de las avenidas Jacobo Majluta y Charles de Gaulle, la ruralidad se hace latente, principalmente en comunidades como Los Morenos, Mata de Los Indios y La Victoria, donde los vestigios de progreso se pierden entre los matorrales.
Melvin Cabrera narra que cuando llueve debe cubrir sus pies con dos fundas negras para protegerse del lodo que se forma en los polvorientos caminos de Mata de los Indios, ante la falta de asfalto en sus calles también desprovistas de aceras y contenes.
Algo similar ocurre en Los Morenos, donde gran parte de las casas están fabricadas de madera y zinc.
95% calles del municipio no sirven
El alcalde Francisco Fernández estima que el 95% de las calles de sus barrios y urbanizaciones se hallan en condiciones precarias y que el presupuesto municipal es exiguo para embarcarse en su reparación.
“El alcalde no tiene dinero ni siquiera para echar caliche, porque ni siquiera equipos tenemos. Es alquilando equipos que tenemos que mantenernos (…) Hay que entrar a todos estos barrios de San Felipe, Punta, Los Moreno, Mata Los Indios, Licey, La 28 adentro, para uno creer que está metido en África. Es una situación desesperante”, afirma Fernández.
Otro de los grandes problemas que afectan el municipio es la falta de saneamiento de las más de 52 cañadas que lo bordean, convirtiéndolo en uno de los más vulnerables frente a la contaminación ambiental y riesgos de brotes de enfermedades.
Fernández sostiene que las alcaldías tampoco cuentan con los recursos suficientes para estas labores, ya que según datos que atribuye al director de la Corporación de Acueductos y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), Alejandro Montás, el costo de limpiar una cañada oscila entre los RD$15 y 20 millones; mientras que su construcción ronda los RD$45 millones.
En ese sentido, el ejecutivo municipal argumenta que los RD$49 millones mensuales que maneja el Cabildo, que al año ascienden a RD$588 millones, no alcanzan para hacer frente a todas las necesidades de la demarcación, con una superficie de más de 408 kilómetros cuadrados.
Resalta la disparidad del municipio con respecto a otros ayuntamientos como el del Distrito Nacional, que con poco más de 100 kilómetros cuadrados bajo su jurisdicción, maneja para este año una asignación presupuestaria que asciende a RD$4,344 millones anuales.
La localidad, de gran vocación agrícola, por su cercanía con Yamasá y Monteplata, tampoco cuenta con un mercado municipal donde los productos agropecuarios se despachen con higiene. Actualmente el Congreso estudia un contrato de préstamo para su construcción. l
Pobreza
Según el Atlas Nacional de la Pobreza 2013, del Ministerio de Economía, el 40.2% de hogares de este municipio son pobres.
Cabildo dice que maneja fondos con transparencia
El Cabildo planea construir la Casa de la Cultura, la Plaza del Buhonero, un anfiteatro y una funeraria en Sabana Perdida. Fernández aprovechó para destacar la transparencia con que, asegura, ha manejado los recursos, lo que según dice, es avalado por dos auditorías de la Cámara de Cuentas. Santo Domingo Norte limita al Norte con Yamasá y Monte Plata; al sur con el río Isabela, al este con el río Ozama y al oeste con Santo Domingo Oeste.
Cuenta con el Aeropuerto Joaquín Balaguer, en El Higüero, situado en las proximidades del vertedero de Duquesa, donde cuatro de los siete municipios que conforman el Gran Santo Domingo vierten sus desechos. El mayor desarrollo urbanístico se registra al Oeste y a lo largo de la avenida Jacobo Majluta, donde se construyen varios proyectos inmobiliarios.
