El avance de la tecnología ha permitido que la medicina evolucione considerablemente en la aplicación de tratamientos curativos para muchas dolencias.Uno de estos tratamientos es el de la cámara hiperbárica utilizado como método curativo para las heridas infectadas por bacterias. En este equipo clínico, parecido a una cápsula, se introduce al paciente y se somete a una gran cantidad de oxígeno que se convierte en una sustancia tóxica para las bacterias adheridas a los tejidos.
De acuerdo al doctor Juan Álvarez, director médico del hospital Marcelino Vélez Santana, este hospital es el único centro que cuenta con este equipo médico. “Desde hace varios años la máquina hiperbárica está en funcionamiento en este centro hospitalario y ha sido adquirido por el hospital para manejar varios tipos de infecciones”, sostuvo.
Señaló que con este equipo las heridas que han sido contaminadas simplemente se exponen a grandes cantidades de oxígeno, que se convierte en una sustancia tóxica para la bacteria.
Procedimiento
El doctor Álvarez explicó que “en el procedimiento las bacterias solo usan el CO2, y al utilizar lo contrario que ellas usan, el oxígeno se convierte en una sustancia tóxica que las conduce a la muerte”. Al mismo tiempo aclaró que el tejido del paciente no sufre y se mantiene en buenas condiciones.
Los especialistas que con mayor frecuencia hacen uso de este tipo de tratamiento son los diabetólogos, ortopedas y cirujanos plásticos, estos últimos la usan como recurso para una rápida cicatrización en sus pacientes. Embolia grasa, Osteomielitis refractaria, intoxicación por monóxido de carbono, heridas por aplastamiento, y las infecciones necrosantes son los tipos de padecimientos que se someten al tratamiento de cámara hiperbárica.
El paciente recibe un tanque de oxígeno
La recuperación del afectado dependerá de la agresividad del germen en la herida, y de la respuesta del sistema inmunológico del propio paciente. La persona que es sometida a este tratamiento recibe alrededor de un tanque de oxígeno dentro de la cámara hiperbárica, por espacio de una hora aproximadamente, bajo supervisión del técnico encargado de controlar la máquina.
