Pocos rubros del agro se salvan de efectos de sequía

La sequía que ha castigado al país con severidad por largo tiempo, se ha encargado de no dejar prácticamente libre de sus efectos a ningún renglón de la producción agrícola.

La sequía que ha castigado al país con severidad por largo tiempo, se ha encargado de no dejar prácticamente libre de sus efectos a ningún renglón de la producción agrícola. En unos casos los golpes han sido más fuertes que en otros, pero en definitiva nadie se le ha salvado a la escasez de lluvia que ha padecido y padece República Dominicana. Los números no dejan espacio para dudarlo.

En la zona del Cibao, una región altamente productiva y de tierras fértiles, han transcurrido tres meses sin que se pueda sembrar yuca, lo que representa un 25 % menos de producción de ese rubro. En lo concerniente a la producción de plátano, la situación ha sido más o menos la misma, de acuerdo a un levantamiento realizado a profundidad entre productores y sobre el tema en general, por el director ejecutivo de la Confederación Nacional de Productores Agropecuarios (Confenagro) Hecmilio Galván.

Sobre el cuadro adverso que tiene el cultivo de plátano también se queja César Espaillat, quien incursiona en esa actividad desde hace años. Echando una mirada al valle agrícola de San Juan, por ahí se han perdido 3,600 tareas de cebolla, 7,000 tareas de maíz y varios miles de tareas de frutos, de acuerdo a datos ofrecidos por Henry Rodríguez, del Comité Agropecuario Unitario de la citada provincia.

En algunos pueblos se han producido esta semana algunos aguaceros, dando un ligero alivio a sus residentes y a la producción. De acuerdo al pronóstico de ayer tarde de la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet), una vaguada en altura se mantiene incidiendo en el territorio dominicano, provocando las condiciones propicias para que continúen los aguaceros con tronadas y ráfagas de viento sobre varios puntos de la geografía nacional.

Las provincias donde serán más frecuentes los aguaceros y las tronadas, según la Onamet, son: San Cristóbal (en especial Villa Altagracia), San José de Ocoa, Monseñor Nouel, La Vega (en especial Constanza y Jarabacoa), Sánchez Ramírez, San Juan, Elías Piña, Santiago, Dajabón, Santiago Rodríguez, Hato Mayor, María Trinidad Sánchez, Espaillat, Samaná, Monte Plata, Puerto Plata, La Altagracia, San Pedro de Macorís, El Seibo y Duarte. Para el resto del área predominará un cielo medio nublado.

De darse las condiciones que plantea la Onamet, eso representaría un alivio importante para los productores de arroz del país, dado el temor que existe de que se pueda retrasar la segunda cosecha de ese cereal o de que se pueda sembrar, de acuerdo a los datos ofrecidos por Iván Tio Pimentel, de la cooperativa Agropecuaria de Valverde.

Precisamente en Valverde, algunos ganaderos se han visto obligados mudar las reses a zonas donde la sequía ha sido menos dramática, como es el caso de Puerto Plata, para evitar que los animales mueran. En general, en el país, los informes ofrecidos por el director ejecutivo de Confenagro indican que el impacto de la escasez de agua se ha traducido en una merma superior al 25% de la producción lechera. Esto así porque la ausencia de agua empuja a una disminución en los pastos y forrajes. Y en adición a eso, calcula Galván, los costos de producción aumentan en más de un 50%.

En el Sur ha dado fuerte

Visto de manera particular, en Peravia, por ejemplo, la sequía que desde el último trimestre de 2014 ha acompañado esa provincia ha dejado resultados para la producción agrícola que poca gente agradece o desea que se prolonguen.

Hay cosechas enteras de sandía afectadas, berenjenas que no pudieron crecer ni tomar su color, plantaciones de auyama que no se extendieron, áreas para siembras de cebolla que debieron ser reducidas, flores de mangos que se han caído, impidiendo que nazcan los frutos, pastos para ganado que lucen amarillos en vez de verdes, y cultivadores de ajíes que no podrán pagar completo los préstamos que tomaron. 

Molondrones, cebolla y guineos, bien sacudidos

En Peravia se han visto afectadas o bajo amenaza 22,013 tareas de plátano, 21,980 de guineo, 6,800 tareas de lechosa, 2,240 de yuca, 315 de ají, 600 de habichuelas, 1,055 de berenjenas, 360 de pepinos, 829 de molondrones, 4,065 de aguacates, 34,670 de mangos, 6,510 de pastos para animales, y el área de cultivo de cebolla se redujo de 8,000 tareas a unas 1,500 tareas. Esto así, porque debido al panorama actual muchos propietarios de terrenos prefirieron no sembrar, según aseguran a elCaribe líderes agropecuarios de la zona y de la Junta de Regantes.

“Tememos que se nos vayan 16 ó 17 millones de dólares que estimábamos obtener en divisas para este año por exportación de mangos”, advirtió hace dos meses Onésimo Mejía, presidente de la Asociación de Productores de Mangos de Baní.

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