Reformadores

Después de otro seminario sobre “reforma” policial en el que no se dijo nada que no haya sido dicho insistentemente sobre las medidas necesarias para transformar la Policía, la cuestión remanente se resume a lo de siempre: ¿Quién le pone el cascabel al gato? Expresión de apariencia lúdica pero de fondo muy serio. Aquí todas las problemáticas están suficientemente dilucidadas. Somos buenos realizando estudios y discusiones. Nuestra misión imposible reside en la ejecución. Del dicho al hecho hay un gran trecho y nuestros gobiernos se conducen tradicionalmente débiles para acometer soluciones cabales. En sentido general, se dedican a construir obras y manejar el conflicto coyunturalmente. Necesitamos líderes políticos con efectiva voluntad y coraje para ser reales reformadores y menos “apaga fuegos”.