Los roles tradicionales de mamá y papá dentro de las familias han ido cambiando con los años. Del padre proveedor y disciplinario, al papá que comparte la crianza y las labores del hogar ya hay un gran trecho que, según los expertos, contribuye al fortalecimiento de los lazos familiares.
Los hombres tienen tanta capacidad para ser padres como las mujeres de ser madres, y los bebés disfrutan del amor y el cuidado tanto de papá como de mamá. Esto no es solamente una afirmación, sino también una realidad en los tiempos actuales.
Lo que antes era solamente una tarea de la mamá, ahora es una responsabilidad equitativa y compartida. La participación de los padres no se limita a su manutención, cada vez es más frecuente observar que son ellos los encargados de cuidar a los hijos.
Muchos padres están incluyendo en sus actividades diarias llevar a sus hijos a la escuela, ayudarlos con sus tareas escolares o incluso llevarlos al médico cuando se enferman. Casi todos los papás disfrutan de bañar al bebé y platicar con ellos mientras lo hacen, o bien contarle un cuento antes de ir a dormir, sobre todo cuando no lo han visto durante todo el día, debido a sus ocupaciones laborales.
Cuidar a un hijo es una tarea integral, el bebé no necesita un tipo de cuidado femenino y otro masculino, en todo caso solo dividirá sus necesidades, siempre y cuando eso aprenda de sus experiencias.
En resumen, ser papá es una tarea que implica una relación única pero de responsabilidades compartidas. Independientemente de los acuerdos prácticos de cada familia en cuanto al cuidado de los hijos, lo esencial es que se establezca como constante fundamental el proporcionarles un entorno estable, afectuoso y abierto para su educación.
Un espacio para los dos
No importa si el área de la que se dispone para el cuidado es grande o pequeña. Si es pequeña aprovecha al máximo el espacio vertical escogiendo muebles altos, en lugar de anchos. También, usa muebles multifuncionales. Hay cunas que tienen cajones en los laterales o en la parte inferior que resultan muy prácticos. Otra buena idea para ahorrar espacio es el uso de las mesas cambiadoras que permiten ajustar una bañerita encima, así como las que tienen gavetas o cajones. Una vez que ya no necesites la mesita para cambiar a tu bebé, este mueble puede volver a ser un gavetero.
Si tu bebé todavía no tiene mucha ropa para colgar y además sus prendas no son muy grandes, aprovecha al máximo el espacio vertical en el armario colocando estantes debajo de la barra de colgar. Pon canastas en los estantes o cajas transparentes en las que puedas ver a simple vista qué es lo que tienes y qué es lo que vas a necesitar. También puedes jugar con el color de las paredes para darle al cuarto una sensación de amplitud. Escoge colores claros y suaves que den la sensación de que hay más espacio. Combina sólo dos colores, no más, y usa uno de ellos como acento. Y si el cuarto tiene el techo bajo, puedes pintar una de las paredes con rayas verticales para darle más sensación de amplitud. Otro truco que también te puede ayudar a crear esta sensación es poner un espejo en una de las paredes.
Saber
Muchos pediatras y psicopedagogos afirman que los bebés perciben el mundo a través de las personas que los cuidan, por lo que el contacto diario con el papá es importante para su desarrollo emocional.
