Durante el acto de juramentación de los miembros de la Iniciativa para la Productividad y la Competitividad Nacional, el presidente Danilo Medina hizo planteamientos interesantes. El de más contenido social y humano tiene que ver con la distribución del ingreso y la calidad de los empleos en el país.
Ese aspecto del discurso no aparece en la versión escrita distribuida, sino en la oral. El presidente Medina refirió un estudio realizado en la región por la Agencia de Cooperación Alemana y la CEPAL, según el cual, el 80% de las plazas de empleos en el país son generadas por las empresas pequeñas y medianas, mientras que sólo el 20% son generadas por las empresas que producen el 77% de la riqueza nacional.
“Quienes generan el 77% del Producto Interno Bruto apenas generan el 20% de los empleos; el segmento medio que genera el 22.5% de la riqueza nacional, genera el 30% de los empleos; y el segmento bajo, que produce el 10.6% de la riqueza nacional, genera el 50% de los empleos. Como ven, entre la mediana, la pequeña empresa y la informalidad tienen la responsabilidad de crear el 80% de los empleos”, comentó el Presidente.
Eso significa que el ingreso nacional no debe concentrarse en tan pocas manos, y que para alcanzar los niveles de desarrollo humano a que aspiramos, deben modificarse los factores que permitan acceder a empleos, a crear condiciones de vida dignas.
En esa perspectiva, el desarrollo económico hay que concebirlo creando condiciones para superar la pobreza y el surgimiento de una clase media fuerte.
“… el desarrollo de nuestra productividad sólo será posible y duradero si va acompañado del desarrollo de nuestra gente y de la creación de oportunidades de formación y empleos dignos para todos y todas”, dijo el Presidente.
Y no es difícil, sólo hay que aunar voluntades. Propone una alianza público privada y la sociedad, en un “proyecto de largo plazo que nos permita construir un tejido empresarial competitivo, una sólida clase media y un Estado moderno que sea capaz de entregar servicios públicos eficientes a la población, con salud, educación, seguridad y transporte.
El sector privado puede jugar un importante papel.
