Ornamentar cada rincón de tu hogar dependerá de tus gustos y estilo de vida. Para ello, muchas personas suelen buscar asesoría o simplemente “arman” la decoración de su espacio según le parezca, sin tomar en cuenta (en la mayoría de los casos) aspectos básicos, como la iluminación, la funcionalidad, los colores o el valor de los elementos que complementan la ambientación.
Sin embargo, para otros, la decoración toma una dimensión diferente, y convierten su hogar en un lugar donde se puede admirar el arte, incorporando obras en la decoración. ¿Cómo lograrlo? Bueno… además de tener conocimiento de lo que es arte, también es importante saber dónde la pieza puede resaltar más, para que sea admirada por aquellos que visiten tu morada.
Pero… ¿Qué aportan las piezas artísticas a tu hogar? Fanny Estrella, decoradora egresada de Altos de Chavón, considera que “las obras de arte completan cualquier decoración. Un cuadro en una pared dice mucho de los que habitan una casa. El color habla de la personalidad, la temática de un cuadro nos dice mucho sobre los gustos de su dueño. El cuadro, además del placer estético que brinda, realza la belleza natural de los demás objetos. Los mejores muebles colocados en medio de paredes vacías no producen la misma sensación. El cuadro es a la casa, lo que el marco es al cuadro”.
Para lograrlo, Estrella explica que debes tener claro cuáles artistas admiras y con qué estilo o rama artística te identificas.
“Esta información, por lo regular, no es una lista depurada. La mayoría de las personas no tienen un conocimiento cabal del arte, pero sí pueden recordar detalles de los cuadros que, por lo general, son los signos distintivos de los artistas; por ejemplo, los gallos de Guillo Pérez, las palomas de Bidó o los caballos de Beltrán”, comenta Estrella, quien asegura que el pintor que te agrada o desagrada te da la clave del tipo de arte que aprecia o disgusta al cliente.
Después de conocer qué te gusta solo toca saber qué es lo apropiado para el espacio que tienes destinado para la obra de arte. “El ambiente completa la información que define el tipo de obra que debemos recomendar. Hay un estilo, temática y tamaño para cada área”, agrega Estrella.
Al hablar de obras, no solo se hace referencia a cuadros, también es posible jugar un poco con esculturas. Sin embargo, Estrella asegura que la implementación de esculturas en la decoración no es tan popular en la República Dominicana como lo es la pintura.
“Podemos decir que es un arte de minorías. Siempre será más fácil, en nuestro país, cautivar a nuestros clientes con un cuadro”, comenta.
También considera que el interés por esta alternativa para decorar se debe a que los medios de comunicación han elevado el gusto del dominicano. Los canales internacionales, el cine y las revistas permiten aprender sobre el estilo de vida en los países desarrollados. Los clientes saben lo que necesitan. Saben que no hay ninguna decoración de primer nivel sin cuadros.
Otro aspecto a tomar en cuenta
Las obras de arte, por su valor material, son productos que no deben ser adquiridos sin la debida garantía, considera Estrella, quien recomienda adquirirlas en una galería reconocida o de la mano de un especialista en arte y decoración con prestigio.
“No olvidemos que una obra de arte es una inversión. En el mercado del arte dominicano, como en todos, también circulan falsificaciones. Cuando compremos debemos exigir siempre las certificaciones”, dice.
El valor de un cuadro lo define la trayectoria del artista. En nuestro país tenemos una gran cantidad de artistas plásticos, comenta la decoradora, quien asegura que hay un buen cuadro para cada presupuesto.
El presupuesto define el límite, pero existen algunas galerías y decoradores que colocan las obras de arte a buenos precios y cuotas cómodas. Estas facilidades financieras permiten a cualquier cliente completar su decoración con obras de gran valor artístico. La diferencia estará en la elección de la galería o la decoradora adecuada.
Para que puedas se exitoso a la hora de usar obras de arte en la decoración de tu hogar, Estrella aconseja evitar pensar que no puedes comprar una obra de arte de calidad; elegir un mal suplidor y no confiar en los consejos del especialista.
