El gobierno nacional dio el pasado sábado un paso más en el proceso de transformación de los servicios de salud en la República, con la emisión del decreto 200-16 del Poder Ejecutivo, mediante el cual se crea la comisión para el traspaso de las infraestructuras y servicios del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS) al Servicio Nacional de Salud (SNS).

El Gobierno, simplemente cumple una ordenanza prevista en la ley 123-15, mediante la cual crea el SNS, como parte del programa de descentralización del Ministerio de Salud Pública, con el propósito de gestionar la prestación de los servicios sanitarios en un programa progresivo de regionalización que asegure una efectiva gestión técnica, administrativa y financiera como garantía de la tan acariciada autogestión administrativa de los centros hospitalarios.

Era una medida esperada y su impacto en la prestación de los servicios públicos de salud no tardará demasiado sin que se aprecie. Eso sí, será necesario hacer inversiones importantes en los 20 hospitales del IDSS y en toda su red compuesta por 25 policlínicas y 38 consultorios.

El IDSS tiene su historia y una vasta cultura médica. Un personal muy bien preparado que ha sabido adaptarse a las difíciles circunstancias que ha vivido, especialmente después del proceso de reforma del sector salud, con la Ley General de Salud, 42-01, y posteriormente la Ley del Sistema Dominicano de la Seguridad Social, la 87-01, que posibilitó que un alto número de trabajadores cotizantes pasaran a prestadoras privadas que compiten con el mismo.

El IDSS alcanzó magníficos niveles de desarrollo médico y de hecho su red de policlínicas y consultorios estratégicamente ubicados son una base clave en el proceso de implantación de los centros de atención primaria, que ahora no sólo servirán a los afiliados del IDSS, sino a todos aquellos protegidos por los programas públicos de salud, y progresivamente, a los registrados en las ARS privadas. Todo va a depender de una bien calificada habilitación del Ministerio de Salud.

Con el traspaso de hecho de estas capacidades al Sistema Nacional de Salud se da un verdadero salto y esperamos que con el mismo se produzcan mejorías en la salud pública dominicana.

Es importante que los actores –todos- entiendan el proceso.

Aunque parece mentira ya hemos entrado en la recta final del 2015, por lo que resulta oportuna y a tiempo la campaña de orientación emprendida por las autoridades para prevenir accidentes y tragedias con la utilización inadecuada de fuegos artificiales. La educación en este sentido es importante, pero para que tenga buenos resultados ameritará un mantenimiento constante hasta las fiestas del año nuevo. Además de orientar, también se requieren medidas drásticas contra fabricantes y vendedores que expendan productos de mala calidad no autorizados. Hasta los artículos aparentemente inofensivos pueden resultar letales por un empleo descuidado, ya que muchos de ellos tienen pólvora.  Los padres de familia deben ser los primeros en observar las advertencias para evitar que sus hijos resulten lesionados.