Construyendo ciudades sostenibles mediante el reciclaje de residuos industriales

Padua AriasSegún un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD)[1] se prevé que para el 2050 alrededor del 70% de la población mundial será urbana, lo que supone grandes retos tanto para la sociedad,…

Padua Arias

Según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD)[1] se prevé que para el 2050 alrededor del 70% de la población mundial será urbana, lo que supone grandes retos tanto para la sociedad, como para la economía y el medio ambiente.
Es por ello que existe la necesidad de un nuevo modelo de crecimiento, donde los sectores públicos y privados consideren dentro de la planificación urbana cómo lograr un balance entre el desarrollo y las necesidades ambientales y socioeconómicas.
Para contribuir a dicho balance y alcanzar la sostenibilidad es necesario que las empresas incorporen dentro de sus operaciones mejoras operativas para aumentar la eficiencia, competitividad, satisfacción de los clientes y reducir costos, pero también exploren alternativas que permitan generar un círculo virtuoso de reciclaje convirtiendo residuos industriales en materias primas alternas.
Un ejemplo de esto, son las prácticas que las generadoras de energía y las empresas dedicadas a la construcción y agricultura tienen para reciclar y dar uso a algunos de los subproductos de plantas termoeléctricas.
Estos subproductos son el resultado de un proceso muy controlado de producción de energía eléctrica el cual sigue rigurosas normas de seguridad, ambientales y de operaciones, establecidas por las autoridades nacionales. También incluye análisis periódicos de calidad para asegurar que su uso sea seguro para la salud y amigable con el medio ambiente.
Debido a sus características estos productos secundarios tienen múltiples usos, en la agricultura y construcción, así como valor económico y ambiental. Además de hacer el concreto más fuerte y durable, este aditivo permite conservar recursos naturales y ahorrar energía. También, reduce la necesidad de manufacturar cemento, lo cual permite reducir emisiones de gases de efecto invernadero. Millones de toneladas de estos subproductos son usados anualmente alrededor del mundo como aditivo para concreto para la construcción de infraestructura, de mejor calidad, como el Freedom Tower en New York, el edificio más alto del mundo Burj Dubai en Dubai, el túnel Dunsmuir en Vancouver, la Torre Picasso en Madrid, la torre Commerzbank en Frankfurt, la represa de Puylaurent en Francia, el túnel entre Francia y Reino Unido, el East Bridge en Copenhagen y el Eindhoven Airport landing strip en Holanda.
Ejemplos como estos resaltan el compromiso de las empresas para ser más sostenibles aprovechando como materia prima, elementos que pudieran de otra manera descartarse. Para nuestras ciudades, al mismo tiempo, esto representa mejor infraestructura y permite ofrecer una buena calidad de vida a sus ciudadanos.
La sostenibilidad debe ser parte integral de las políticas públicas y estrategias operacionales de los distintos negocios. Los sectores públicos y privados deben aunar esfuerzos y enfocarse en encontrar soluciones innovadoras que satisfagan las necesidades de la sociedad optimizando la utilización de recursos con el fin último de minimizar los impactos preservando sus activos ambientales y físicos para generaciones futuras, y a través de ello promover su competitividad. l

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