Luto en San Pedro por homicidios de choferes; un año de prisión a cabecilla de banda

La consternación e indignación se apoderaron ayer de San Pedro de Macorís, luego de que se confirmara que los restos de tres hombres que fueron encontrados dentro de una fosa en el patio de una casa abandonada en la zona de Guavaberry, en la autovía&#

La consternación e indignación se apoderaron ayer de San Pedro de Macorís, luego de que se confirmara que los restos de tres hombres que fueron encontrados dentro de una fosa en el patio de una casa abandonada en la zona de Guavaberry, en la autovía del Este, pertenecían a tres choferes de esa provincia.

Los cuerpos de los tres transportistas, que habían sido reportados como
desaparecidos hace varias semanas, son los de Gary Wilson Rodríguez Castro, de 45 años, conductor de la ruta Hato Mayor-Sabana de la Mar; Germán Arredondo, chofer de mudanzas y acarreo, y David Polanco, chofer de la ruta B de la ciudad.

De estos, solo el cuerpo de Germán Arredondo pudo ser recuperado completo, aunque en avanzado estado de descomposición, y los de los demás solo se obtuvieron osamentas y restos descompuestos, así como algunas pertenencias.

El descubrimiento de los cadáveres se produjo luego de que fuera apresada la exsargento de la Policía Nacional Luz Divina Martínez Pimentel, de 32 años, quien es la esposa de Hugo Antonio Zorrilla Alfonseca, señalado como uno de los cabecillas de una banda de delincuentes dedicada al rapto y asesinato de transportistas de la región Este.

Luego de esto se apropiaban de los vehículos de sus víctimas, y los trasladaban hacia la provincia fronteriza de Elías Piña, para ser contrabandeados hacia Haití por otros hombres que están prófugos, y que han sido identificados como Divanis Adames Lorenzo y un nacional haitiano solo conocido con el apodo de “Yan”.

Los otros dos detenidos y señalados como miembros de la banda son Hansel Peralta Mercedes, de 29 años, y Radhamés Antonio Ramírez, de 44. Éste último fue la persona que condujo a las autoridades hacia la casa abandonada, en cuyo patio estaba la fosa donde los choferes eran lanzados vivos, atados y con una funda en la cabeza.

Luego de haber sepultado a Germán Arredondo, sus familiares dijeron que no descansarán hasta que los miembros de la banda de criminales sean condenados y de esa forma evitar que sigan quitándole la vida a otras personas de bien.

Miguel Arredondo Quezada, hermano de una de las víctimas, dijo que Hugo Antonio Zorrilla Alfonseca, quien es hijo de un coronel de la Policía Nacional asignado a la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet), tenía menos de 20 días que había salido de la cárcel por un hecho delictivo, cuando el 1 de mayo del presente mes se desapareció el chofer David Polanco y más adelante, día 12 del mismo mes, desapareció Germán Arredondo.

“Si a ese criminal no lo hubieran dejado libre, posiblemente hoy no estuviéramos lamentando esta horrenda tragedia”, justificó Miguel Arredondo.

Pasadas las cinco de la tarde de ayer, los cuatro apresados fueron conducidos por un amplio contingente policial desde la dotación Policial de San Pedro de Macorís hasta el Palacio de Justicia de la comunidad, donde les fue conocida la coerción.

Se supo que solo al imputado Radhamés Antonio Ramírez, los jueces de la Oficina de Atención Permanente de San Pedro de Macorís le dictaron un año de prisión preventiva, mientras que fue aplazada para el próximo martes el conocimiento de medida de coerción a los otros implicados.

Mientras que en las afueras del tribunal decenas de comunitarios permanecían agrupados, pidiendo que se haga justicia por el horrendo crimen de los transportistas que dejaron en la orfandad a sus hijos y llenaron de dolor a todos los residentes en la localidad. Los ciudadanos petromacorisanos portaban pancartas en las que se pedía que sobre los señalados como responsables de los raptos y asesinatos de los choferes cayera todo el peso de la Justicia.

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