Me dicen que estarían soñando como Pilarín aquellos que se creen será tan fácil aplicar la proyectada reingeniería interna que promueven algunas figuras importantes del perredeísmo como “salida armoniosa y salomónica” a los problemas de indisciplina y liderazgo en esa organización. De muy buena fuente me llegó calientita la versión de que hubo una reunión íntima hace poco en la que se puso sobre la mesa el tema del sugerido relevo de la alta dirección perredeísta, supuestamente porque quienes desde ese partido se dice que irían a cargos en el gobierno a partir del mes próximo tomarían licencia de sus cargos partidarios. Tocado el tema, me cuentan que un miguelista rabioso puso los puntos sobre las íes expresando tajantemente: “Los conspiradores deben entender una cosa que está clara y no hay vuelta atrás: nada obliga a Miguel ni a nadie a tomar licencia por ir a un puesto público. Pero además, que nadie dude que Miguel seguirá en la Presidencia del partido y será candidato… ¡Aaayyy… lo dijo!
Los palitos
Aquí no bien termina un episodio para que entremos de inmediato en el siguiente. Ahora le tocó el turno a Ligia Amada Melo, ministra de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, a quien le han caído los palitos, como dice el pueblo, por un comentario sobre el pelo crespo de una solicitante de beca en esa cartera. Doña Ligia, vieja peledeísta a la que algunos dan la categoría de miembro de pleno derecho del club de dinosaurios del partido morado, es una mujer de carácter fuerte, más bien de cara dura, pero tiene sus momentos de hilaridad, sus arrebatos de buen humor, en uno de los cuales –me cuenta uno de sus íntimos- fue que se produjo el comentario por el cual la quieren llevar ahora al patíbulo, con el agregado de que le están aireando varios viejos trapitos al sol, vinculados con becas supuestamente otorgadas por el Ministerio a su cargo a algunos de sus parientes y/o allegados. Ligia Amada es de silla y aparejo, y ya sabrá cómo defenderse…
