La magistrada Isis Muñiz aseguró que el Poder Judicial no cuenta con el presupuesto que le permita desarrollar la Cumbre Judicial Nacional que se realizará el próximo 7 de octubre.
En ese sentido, dijo que cuentan con un financiamiento externo que le han otorgado otras instituciones, debido a la precariedad económica que les impiden a los jueces implementar este tipo de proyectos de manera independiente.
“Nosotros no estamos recibiendo el por ciento que nos acuerda la ley 194 que es el 2.66% y eso tiene a el Poder Judicial inmerso en una serie de precariedades que no le permite, por ejemplo, poner en funcionamiento más de 92 tribunales que están creados por ley y que no han podido ser puestos en funcionamientos”, explicó Muñiz en el programa “Lenis García Opiniones” que se transmite los lunes de 8:00 a 9:00 por el canal 25.
La magistrada agregó que el que accede a los datos estadísticos se dará cuenta que más del 96% del presupuesto que reciben se va en los gastos corrientes y eso deja menos del 4% para los proyectos de desarrollo.
Por otro lado el coordinador de la cumbre, Samuel Arias Arzeno, resaltó que se debe tener en cuenta no es solo un día, sino que se trata de todo un proceso que se inició desde que el presidente del consejo del Poder Judicial y los consejeros de ese momento lo designaron como Director General.
“La Cumbre es un proceso que no se circunscribe a un evento que se va a celebrar un día y en un lugar en específico, es importante que se entienda en el proceso en el que está inmerso todo el Poder Judicial, en ese sentido la cumbre no puede ser vista como el fin que estamos persiguiendo, es el medio para nosotros canalizar un proceso de reflexión plural sobre los avances y sobre los desafíos del Poder Judicial, para poder alcanzar un sistema de justicia que sea integro, independiente y transparente”, apuntó Muñiz.
Las etapas que abarcará la cumbre serán: de consulta, donde se hará una recolección o levantamiento de cuáles son las perspectivas que se tienen respecto del Poder Judicial, etapa de reflexión en la que a partir de los hallazgos que se han producido en la primera etapa van a adentrarse en un proceso de auto evaluación, la etapa de celebración del evento y etapa ejecución y monitoreo.
